“Esta es una oportunidad de oro para demostrar que más allá de lo que haya ocurrido en el pasado nos podemos afincar en el futuro y llegar acuerdos tempranos e integrales”. Así cerró su discurso Jorge Rodríguez, presidente de la Asamblea de Venezuela y principal delegado del gobierno de Nicolás Maduro en la mesa de diálogo con la oposición, que comenzó el viernes. Un proceso histórico que se repite por tercera vez tras dos intentos frustrados y que una vez más convocó a los espacios más destacados de la oposición a Nicolás Maduro. El primer acto de este nuevo encuentro apadrinado por el gobierno de Noruega, fue la firma de un «memorándum de entendimiento», que dará lugar a una ronda de diálogo que buscará destrabar la crisis política del país.

El facilitador noruego, Dag Nylander, director del Centro Noruego para la Resolución de Conflictos (NOREF), saludó la “audaz decisión” de las partes de iniciar las conversaciones y pidió a la comunidad internacional “un apoyo firme” al proceso. En línea con la posición de algunos países, como México y Argentina, Nylander se afirmó “convencidos de que la actual crisis en Venezuela solo suele ser resuelta por los propios actores políticos venezolanos”.

La delegación del Gobierno estuvo encabezada por Rodríguez, quien a su llegada a Ciudad de México agradeció «la solidaridad» del mandatario local, Andrés Manuel López Obrador, por aceptar ser el anfitrión de las conversaciones. Frente a la representación de la oposición estuvieron los delegados de la denominada Plataforma Unitaria, que integran cuatro partidos de la oposición, entre ellos Primero Justicia, de Henrique Capriles; y Voluntad Popular, de Leopoldo López y Juan Guiadó.