El presupuesto 2018 que presentó el ministro de Hacienda Nicolás Dujovne en Diputados cosechó críticas de la oposición y elogios del propio oficialismo. En sólo doce minutos el funcionario leyó los principales lineamientos del plan de gastos de la Administración Pública Nacional para el próximo año.

“Proyectamos que el consumo privado crezca más de 3% en 2017 y 2018 y que las exportaciones aumenten 1,8% en 2017 y 5,6% en 2018”, anunciaron. “Proyectamos un crecimiento económico de 3% para 2017 y 3,5% para 2018”, adelantaron. La inflación tendrá un promedio de 15,7%, y el dólar rondará 19,3 pesos, 15,6% superior al estimado para 2017.

El déficit fiscal primario presupuestado para 2018 es de 3,2% del PBI, en línea con la meta fiscal. Esto implica una reducción de 1 p.p. con respecto a la meta de 2017. Los ingresos crecen 19% y el gasto primario 14,8%. El déficit financiero proyectado es de 5,5% del PBI

En 2018 el gasto en servicios sociales pasará a representar el 76% del gasto primario de la Administración Pública Nacional (APN). Su principal componente, las prestaciones sociales, que representan el 58% del gasto primario, crecerán 22%, bien por encima de la inflación proyectada para el año. Por su parte, el gasto de capital aumentará 17% con respecto a 2018, un crecimiento mayor que el que mostrará el gasto corriente. Adicionalmente, si consideramos todo el gasto en infraestructura (contemplando el gasto de la APN, proyectos de Participación Público Privada y similares) el aumento sería de 62%, con especial foco en infraestructura energética, de transporte e hídrica.

Para Axel Kicillof, diputado del Frente para la Victoria, “es un presupuesto de ajuste porque quieren ajustar un punto de déficit, y ahora en 2018 no entran los ingresos extraordinarios del blanqueo, no entran ingresan los ingresos que le sacaron a la soja, el ajuste va a ser de tres puntos del PBI”.

En tanto, para Marco Lavagna, de 1País, el proyecto “son muy optimistas las variables macroeconómicas”. “Hay que ver a dónde están puestas las prioridades y si esos sectores generan mano de obra o no y si tiene un derrame social. El gasto social tiene que aumentar en medida que siga habiendo inflación”, “La meta de inflación es un poco optimista, yo la veo más alta. El crecimiento para mí va a ser más bajo”, sostuvo el diputado massista en diálogo con Tiempo Argentino.

Por su parte, Mario Negri, presidente del interbloque Cambiemos, sostuvo que “es un presupuesto donde se mantienen los gastos sociales y a la vez va a ver una baja del déficit fiscal ya que de los 4,2% que se preveían en 2017 ahora esperamos que sea del 3,2%”. “Además, es muy significativo que no se recorte en políticas sociales, ni en infraestructura. En infraestrucutura se van a sumar no sólo las obras públicas, sino también las públicas-privadas, ya tuvieron su inicio en 2017”, añadió el jefe del oficialismo en Diputados.