Diego hasta hace unos días era un mito viviente y hoy pasó a ser un mito como todos los que conocemos, de la historia y la humanidad. Queda reflejado en la despedida en los medios y de las personalidades de diferentes ámbitos del mundo entero. Diego generaba amor, controversia y era algo inexplicable. Conmovió a todos: desde el Papa, primeros ministros, presidentes hasta personalidades y científicas. Es único e irrepetible. Y Diego es como era. Lo tengo en mi corazón. Era paz. Decías Maradona en algún lugar de conflicto en el mundo e irradiaba paz.

En el futbol, Diego es como Einstein. Fue, es y será lo más grande que habrá en el deporte y el mundo. El mito va a ser cada vez más grande. Maradona fue el mejor deportista del mundo. Nosotros tenemos grandes deportistas y hay que agradecerles en vida. Tenemos a Vilas, Pareto, Aymar, Ginóbili. Están vivos, son personalidades que transcendieron en lo que hicieron.

Estoy con una tristeza infinita, enorme y no lo puedo creer. Lo amo con toda mi alma y mi corazón. Por suerte, se lo pude decir y hacer sentir. Solo pido que él y la familia puedan estar en paz. Que pueda encontrarse con Doña Tota y Don Diego, que son los que estuvieron siempre a su lado, de forma incondicional. Como Claudia y sus hijas.

Como él dijo, la pelota no se mancha y su corazón ahora está al lado de Don Diego y Doña Tota. En algún sentido, es lo que me hace estar más tranquilo. «