El rabino Sergio Bergman se hizo famoso en los medios por sus frases punzantes en contra del kirchnerismo y su gorro bordado. Cuando asumió el cargo de ministro de Medio Ambiente de Mauricio Macri reconoció que no era un experto en el tema, aunque esgrimió como antecedente su título de egresado en Farmacia y Bioquímica de la UBA.

A principios de año, despertó polémica por el rol que cumplió mientras arreciaban los incendios forestales en el sur del país y las inundaciones en el centro. «Lo que parece una especie de profecía apocalíptica, los argentinos y el mundo empezamos a ver que acá tenemos incendios, en Santa Fe tenemos inundaciones, y esto se llama adaptación, que es cómo nos vamos a organizar para minimizar riesgos ante lo que le hicimos al planeta y que nos devuelve multiplicado con estas catástrofes», dijo, luego de proponer el rezo como la medida “más útil” ante el drama que asolaba a miles de argentinos.

Ahora dio la nota en el lanzamiento del festival de cine ambiental Green Film Fest cuando se mostró disfrazado de planta, según él, “para concientizar sobre algo muy importante como es el cambio climático”. Obviamente, en las redes no le perdonaron este nuevo arranque de marketing frívolo. «Soy un hombre planta que trabaja por una Argentina verde #CambioClimático», publicó en su Twitter.

Y de inmediato fue trend topic: «Una foto puede ser graciosa, pero el #CambioClimático es un tema serio», agregó cuando las burlas llovían en el espacio virtual.

Entrevistado en radio La Red, Bergman sostuvo que «todos los que pasaron por el stand (en ese festival) y se disfrazaron de planta, lo tomaron como una feliz iniciativa», y abundó en que quienes pasaron por allí se llevaron una bolsa de Ciudad Reciclable, «otra seria e importante iniciativa».