Para los jueces, el caso es distinto al del policía Luis Chocobar, a quien hasta la Corte Suprema, el martes pasado, le confirmó la calificación de «homicidio agravado por exceso en el cumplimiento de una función». La acusación es la misma que pesaba sobre la policía Carla Céspedes, quien el viernes fue absuelta en fallo dividido por el tribunal oral número 14, integrado por los jueces Miguel Ángel Caminos, Beatriz Bistué de Soler y Hugo Cataldi.

El 22 de diciembre de 2016, los asaltantes Héctor Walter Corroncini y Ariel Martín Santos entraron a robar al supermercado chino ubicado en la calle Ramos Mejía al 500, en el momento en el que un proveedor estaba cobrando por la mercadería que había llevado. Las cámaras de seguridad del local captaron el momento en que Céspedes, quien estaba en el interior del comercio, repelió el robo a balazos. Los ladrones huyeron; Corroncini consiguió escapar a la carrera, pero Santos –quien estaba desarmado– recibió tres balazos y cayó junto a la moto que había dejado estacionada en la puerta, mientras intentaba hacerla arrancar. La policía Céspedes tenía por entonces 22 años y un semestre en la fuerza de seguridad.

Corroncini fue capturado poco después y fue a juicio junto con la uniformada. Estuvo preso casi dos años pero el viernes el tribunal lo condenó a tres años de prisión en suspenso. Y se fue a su casa.

Al pronunciar sus últimas palabras antes del veredicto, Céspedes dijo al tribunal: «yo actué bien, no entiendo por qué estoy aquí. Sólo espero que esto se termine para volver a cumplir con mis funciones». Hasta ahora estaba en «disponibilidad», pero la absolución le permite volver de inmediato a ser policía.

Los jueces Caminos y Cataldi consideraron que actuó en legítima defensa, en tanto que para Bistué de Soler se excedió en su conducta. El fiscal Fernando Klappenbach había pedido cuatro años de prisión de cumplimiento efectivo para Céspedes. Consideró que la policía había asumido una conducta legítima al repeler el asalto, pero en un momento se volvió ilegítima cuando mató al ladrón. El argumento es el mismo utilizado por la Cámara del Crimen para procesar y enviar a juicio oral a Chocobar por la muerte de otro delincuente que había asaltado y malherido a un turista estadounidense en el barrio porteño de La Boca.

En el caso de Céspedes, el fallo fue leído en un clima de tensión, ya que familiares y amigos del asaltante muerto estaban en la sala de audiencias de la Planta Baja del edificio de Lavalle 1171. Portaban camisetas con la foto de Santos y cuando se retiraron del lugar insultaron a Céspedes y le advirtieron: «de esta cara no te vas a olvidar nunca». La querella había pedido para la policía la pena de prisión perpetua por homicidio agravado por ser cometido por un integrante de una fuerza de seguridad.

La última en salir del lugar fue la madre de Santos. Sollozando, le espetó a Céspedes: «no te importó nada, lo mataste como a un perro». «