Cuando Fabián Corvalán atiende el teléfono dice que todavía no ha podido verlo. El cuerpo de Fidel Corvalán, su hijo de 18 años, le será entregado en horarios de la tarde de este lunes, luego de la autopsia que dirá, exactamente, cuál de las balas policiales terminó con su vida. En la madrugada de este domingo 17 de marzo, Fidel regresaba a su casa en el barrio de San Telmo. A cinco cuadras de llegar, fue herido de muerte por un policía de la Ciudad, vestido de civil, que además asestó disparos contra otros dos adolescentes de 14 y 16 años. Un día antes, en la localidad de José C. Paz, un agente bonaerense que llevaba 3 meses y 10 días en la fuerza, mató de 3 disparos a un adolescente de 16 años tras un presunto intento de robo. Estos hechos se producen después del anuncio de la ministra de Seguridad Patricia Bullrich acerca de la aprobación de un protocolo para las fuerzas de seguridad federales que pretende legalizar los crímenes cometidos por oficiales armados, aún cuando no estén de uniforme. Y la crueldad de sus resultados pone, una vez más, en entredicho el estado policial. Es decir, la legalidad de que los agentes de las fuerzas puedan portar armas de fuego cuando no estén en servicio.

La versión policial

El agente que disparó, según publicaron TN e Infobae, es un efectivo de la Comisaría Vecinal 3B de la Policía de la Ciudad. La versión que cuentan es que el agente se encontraba de civil tras finalizar su servicio en el Instituto Nacional de la Propiedad Industrial (INPI). Según fuentes policiales, el joven de 18 años intentó robarle la camioneta Renault Sandero junto a otros dos adolescentes en el cruce de las calles Balcarce y pasaje San Lorenzo, en el barrio de San Telmo. El relato oficial dice que uno de los jóvenes mostró un arma de fuego mientras intentaban abrir el vehículo y en medio de un forcejeo, el agente efectuó varios disparos.

Fidel murió en el lugar. Los adolescentes heridos, uno atendido por excoriación en el pie izquierdo, y el otro por una herida en la zona del fémur, fueron llevados al hospital Argerich, donde informaron que se encuentran fuera de peligro. Las fuentes policiales también dicen que el adolescente de 14 años tiene antecedentes por hurto y riña. Esta es la versión oficial, pero Fabián Corvalán, padre de Fidel, dice a Tiempo que hay otras que tienen que investigarse.

Muchas versiones, ninguna certeza

“Tengo algo de información, circula de todo pero lo único que le puedo decir es que Fidel no tiene antecedentes. Hay gente que dice que no han querido robar en ningún momento o que Fidel no ha querido robar, y ha venido este tipo y lo ha matado”, asevera Fabián. La secuencia de los hechos, contada por la versión oficial, le resulta ajena al padre de Fidel. Dice que las cámaras que el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires tiene en las calles, dos en esa intersección, son la clave para esclarecer el crimen de su hijo. “Hay muchas versiones, hay una que dice que el tipo bajó de la camioneta, le tiró a los dos pibes y le tiró a Fidel 3 o 4 tiros y lo remató en el piso pero son versiones porque información certera no tengo ninguna”, señala.

En el marco de la investigación penal, que es llevada por el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Nº 40 a cargo del juez González, se dispuso la detención del agente, el secuestro del arma reglamentaria que disparó y además, la intervención de la División Homicidios de la Policía Federal Argentina (PFA) a fin de llevar a cabo el peritaje. Fabián se entrevistó con la PFA pero no obtuvo demasiada información.

En cuanto al estado de salud de los dos adolescentes que fueron baleados por el agente, supo que estaban fuera de peligro y que habían prestado declaración durante la mañana del lunes. “Aparentemente, ellos declararon que el policía comenzó a tirarles, que es gatillo fácil porque hay otra gente que estuvo ahí en ese momento, que estaban esperando para declarar lo mismo y también declaró el policía que sigue detenido”, comentó.

La Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional (CORREPI) publicó el jueves pasado un informe que da cuenta de que ya hubo, al menos, 63 casos de gatillo fácil en los primeros 70 días de gobierno de Javier Milei. “En los primeros 70 días, sin esa búsqueda sistemática, ya teníamos registrados para el 20 de febrero, 60 casos y hoy tengo que decir que son 63, porque nos encontramos con tres nuevos casos diferentes”, describió Carmen Verdú, quien puntualizó: “uno de ellos fue una ejecución de un disparo en la nuca, a corta distancia, con escopeta 12/70 con posta de goma en el interior de una casilla en José León Suárez. Un pibe que cuando vio el operativo policial, se asustó, se escondió en la casa, lo persiguieron y le dispararon dentro de la habitación en la zona occipital y a la media hora estaba muerto”.

Estudiante de noche, laburante de día

Fidel Corvalán había cumplido 18 años hace unos meses. Estudiaba de noche para terminar la escuela secundaria y de día trabajaba junto a su padre haciendo repartos. Sus padres, oriundos de la ciudad de Monteros, Tucumán, se mudaron a Buenos Aires hace más de 20 años donde decidieron formar su familia. Son vecinos de San Telmo desde hace, al menos, 12. En su moto, a veces delivery y otras, entregando ropa y mercadería en locales del barrio de Flores, Fidel se ganaba la vida y aportaba al sostenimiento familiar. “Tengo cinco hijos, todos trabajamos, somos una familia constituida y nos pueden buscar antecedentes a cualquiera de nosotros y van a ver no tenemos nada, tengo 50 años y no sé lo que es estar en la comisaría, jamás me ha llamado la Policía para que vaya por Fidel, no tenía ningún antecedente”, contó Fabián.

El padre de Fidel, a horas del velatorio de su hijo, reflexiona: “Si él estuvo ahí y tuvo que ver (con el intento de robo), si hay pruebas que él tuvo que ver en algo, quizás tampoco era lo merecido matarlo, pero quiero saber también si Fidel no tuvo nada que ver. Quiero que pague la persona que lo mató. Me lo mataron acá, a cinco cuadras de mi casa”.