Esta vez, la ministra de Seguridad Patricia Bullrich fue más allá de lo imaginable: denunció en una conferencia de prensa a la organización social La Poderosa, acusándola de haber mentido en torno a la grave acusación que pesa contra un grupo de prefectos que a fines de mayo habría secuestrado a tres vecinos de la Villa 21-24, entre ellos un fotógrafo de la revista La Garganta, que intentaba registrar un violento operativo ilegal en el barrio. La maniobra de la funcionaria fue tan burda que ni siquiera fue replicada por los portales de noticias de los medios concentrados.

“Se cayó el relato-mentira. Presentamos las pruebas que muestran cómo el prefecto García fue atacado al bajar del colectivo. A la falsa denuncia de La Garganta Poderosa le oponemos otra con la verdad. El Estado está presente en los barrios para luchar contra el narcotráfico”, expresó Bullrich en un posteo en redes sociales, que acompañó con un video rústicamente editado que pretendía demostrar supuestas contradicciones de Nacho Levy, uno de los referentes del movimiento barrial.

El material proporcionado por Bullrich da cuenta del momento en el que el prefecto Ronaldo Nahir García baja de un colectivo y al menos dos pasajeros pelean con él. Mientras repetían esas imágenes, de fondo se escuchaban las declaraciones de Levy a un canal de tevé en las que precisaba que esa noche del 26 de mayo, Prefectura realizó varias detenciones irregulares tras el “verdugueo” de uno de los agentes hacia vecinos del barrio arriba del transporte público.

Las pruebas aportadas mediáticamente por la ministra no establecen cómo sucedieron los hechos y, mucho menos, el posterior desenlace. Por un lado, Prefectura sostiene que una patota intentó robarle el arma reglamentaria al agente García, y que luego acudieron al lugar más uniformados, llevándose detenidos a varios sospechosos. Desde la organización villera, en cambio, aseguran que tras la “pelea” los compañeros de García desataron una brutal cacería en el lugar, que terminó con el ingreso, sin autorización, a algunas casas del barrio y la detención de sus moradores: desde La Poderosa precisaron que un fotógrafo de la revista, Roque Azcurraire, su hermana y uno de sus cuñados fueron detenidos. Incluso, la mujer denunció que fue abusada por los efectivos.

Cuando los periodistas preguntaron sobre el ingreso a las viviendas, la ministra sostuvo que los prefectos actuaron en flagrancia y sólo en un pasillo de la villa, un espacio público. “¿Quieren seguir inventando una historia o me quieren escuchar?”, alcanzó a decir cuando los comunicadores subrayaron sus imprecisiones durante la conferencia.

Las personas detenidas por Prefectura fueron sobreseidas por la justicia, pero Bullrich insistió en que pedirá la reapertura de la causa. Para La Poderosa y todo el arco opositor al gobierno, la ministra montó una escena para presionar a la justicia e influir en la opinión pública dado que en este momento, el Tribunal Oral Criminal 9 lleva adelante un juicio contra seis prefectos acusados de secuestrar y torturar en septiembre de 2016 a Iván Navarro y Ezequiel Villanueva Moya, integrantes de La Poderosa, en inmediaciones de la Villa 21.

Durante la razzia del 26 de mayo, la casa de Navarro fue baleada. Bullrich tampoco tuvo argumentos para explicar ese claro acto de amedrentamiento.