El triunvirato de movimientos sociales que reclaman la aplicación de la Emergencia Social y Alimentaria (CTEP, CCC y Barrios de Pie) ya comprometió su participación en la movilización y planean movilizar a la Plaza de Mayo la misma cantidad que lo hiciera el pasado 7 de agosto que, aseguran, llegaron «a las 100 mil personas».

Daniel Menéndez, dirigente de Barrios de Pie aseguró a este diario que «coincidimos con el planteo de la CGT contra la reformal laboral y previsional y reclamamos la implementación plena de la emergencia social y alimentaria. Salimos desde el Obelisco y entramos por Diagonal Norte. Compartimos la agenda de la movilzación». 

Sobre la continuidad, el dirigente explicó que «creemos que la situación sigue complicada y que hay condiciones para que se avance con un Paro Nacional. Lo más sensato es articular un plan de continuidad y no una movilización aislada».

Por su parte, el Polo Obrero, otra de las organizaciones de trabajadores desocupados con gran poder de movilización participará de la jornada como parte de la columna independiente que concentrará desde las 12.30 en la carpa que los trabajadores de PepsiCo mantienen en la Plaza de los Dos Congresos. Allí se nuclearán los sectores más combativos y que exigen la convocatoria a un Paro Nacional. 

Eduardo Belliboni, dirigente nacional de la organización explicó a Tiempo Argentino que «rechazamos los planteo de los movimientos orientados por el Vaticano. La emergencia social y alimentaria son más precarizacion laboral. Venimos de un plan de lucha contra la precarización porque después de las PASO el gobierno ha dado una respuesta absolutamente negativa» y detalló que  »tomaron el resultado de la elección como si se hubiera reducido la pobreza. Se habían comprometido a dar más alimentos y de mejor calidad y, al revés, redujeron la cantidad de las organzaciones».

Por último, Belliboni manifestó que «es necesario más que nunca un paro nacional. Pero la CGT y la CTA no tienen ningún paro en su agenda. Es una forma de descomprimir un reclamo que sigue presente y que está desgranando la tregua que mantiene la CGT. Los desocupados recibieron un 10% de aumento, muy lejos de la inflación en los alimentos». concluyó.