La estrategia preventiva del gobierno nacional ante la pandemia de coronavirus sumó otro elemento este miércoles con el pedido del Ministerio de Salud a directivos de hospitales, clínicas y sanatorios, tanto del sector público como del privado, para que suspendan todas las intervenciones previstas, con el objetivo de liberar camas que podrían llegar a ser necesarias ante aumento de los contagios y, en consecuencia, de los casos que requieran internación.

La indicación, cursada por las autoridades nacionales a todas las carteras sanitarias provinciales, recomienda adelantar en forma inmediata o directamente suspender cirugías y cualquier otra actividad asistencial programada, es decir, que no revista calidad de emergencia. Corre para los establecimientos públicos y también se hizo extensiva a los prestadores de salud privados y de la seguridad social.

De ese modo, se liberarán camas críticas que eventualmente podrán utilizarse para recibir la demanda de pacientes con Covid-19.

Se trata de una medida que se suma a la instrumentación de una serie de acciones tendientes a aumentar la capacidad asistencial instalada, entre otras, la finalización de obras en grandes hospitales que estaban prácticamente concluidos en diciembre de 2015 y que la anterior gestión presidencial nunca habilitó; el armado de hospitales de campaña; y la adquisición de equipamiento de última generación y de insumos para dotar a establecimientos hospitalarios nacionales que no dependen del Ministerio de Salud, como es el caso de los hospitales de las Fuerzas Armadas y de las universidades.

En paralelo, avanza el plan de trabajo acordado con organizaciones sindicales para la utilización de los efectores da salud con los que cuentan, y también la eventual utilización de los hoteles de los diferentes gremios para asistir a pacientes que no revistan gravedad y no requieran hospitalización.