El próximo jueves se estrena T2 Trainspotting, la vida en el abismo, la esperada secuela de una película que marcó el final de la década del ’90. Como en aquella oportunidad, Danny Boyle es el responsable. Tanto para él como para el elenco, la explosión que para una parte de la juventud provocó la película fue su despegue profesional.

Durante una entrevista, el realizador cuenta las sensaciones que le produjo reencontrarse con una historia y un elenco que sin dudas cambiaron su vida.

«Más que secuela, creo que es un seguimiento», afirma. «Con una secuela te podés alejar tanto del original que nunca retomás algún elemento o te concentrás en algunos puntos cruciales del original. No hicimos ninguna de estas dos cosas. Mantuvimos una mentalidad, un mantra de ‘Elige la Vida'», explica Boyle. «Esa es una gran parte de la personalidad de Renton, y en muchas formas T2 se trata de que encuentre de nuevo su voz», afirma Boyle acerca de personaje del film.

Entre otras cosas, el director señaló que fueron muchos los retos que tuvieron que atravesar como producción. «No sé por dónde empezar, pero por ejemplo, no sabía si podíamos reunir de nuevo a los actores; la cuestión de si John podría producir un guión… Lo que nos detenía inicialmente era una pregunta esencial: ‘¿Seremos capaces de hacer una película tan buena como la primera?’ ‘¿Podríamos mantener cierta inocencia con T2?'», se pregunta Boyle. «No queríamos decepcionar. Pero el factor fundamental era mi seguridad de que John podría escribirlo», cuenta.

Trainspotting sucede 20 años después de la historia original. Mark Renton (Ewan McGregor) vuelve a Escocia a enmendar a sus amigos, Daniel «Spud» Murphy (Ewen Bremner) y Simon «Sick Boy» Williamson (Jonny Lee Miller), y Francis «Franco» Begbie (Robert Carlyle), quien acaba de salir de prisión.

«El guión tardó un poco, pero entregó una versión preliminar notable. Apenas la leí supe que podría enviarla a los cuatro actores. Ellos aún podrían decir ‘No’ debido a muchas circunstancias y el tiempo era una de ellas. Pero tenía confianza; de hecho pensaba que estarían locos de no aceptar esto», afirma.

Según relata Boyle, los actores se sintieron preocupados con la posiblidad de volver a estos personajes. «Tenés una responsabilidad adicional cuando las personas disfrutaron tanto la primera película. Sin embargo, cuando se convencieron de que estaría bueno, fue un enorme impulso emocional.»
Esta segunda parte de Trainspotting tiene una carga de emoción especial, de acuerdo a lo que define el mismo director. «Es inevitablemente más emotiva pues trata sobre el paso del tiempo. La primera en cierta forma es una celebración de la juventud. Esta trata sobre la hombría y lo mal que lidiamos con ella. T2 analiza la carga de tener hijos, la falta de hijos, o los hijos que se desilusionan de sus padres», reflexiona.

–La música en la primera resultó fundamental, ¿acá tiene la misma incidencia?

–Así es. Hay muchas personas que no hubieran visto la película, pero fueron a verla por la música. Hay ciertos puntos que son como gatillos, las pistas disparan una reacción química en tu interior. Y T2 está consciente de la primera cinta. No sólo en cuanto a narrativa. Está consciente de que Trainspotting tuvo un impacto particular sobre la gente como pieza cultural. La música es un conector esencial de los sentimientos y buscamos usar eso en ambas películas para estimular los recuerdos.

–¿Cómo cambiaron los actores?

–Respecto del aspecto que tenían es brutal. Fue uno de los principales factores para realizar la película ahora. Los vimos hace diez años y no lucían tan distintos. Ahora los cambios vitales se expresan agudamente en ellos. Los tipos lidian con esto de manera honesta. No fueron tímidos asumiendo su lugar actual. Podés ver una historia narrada en cada cuadro de sus caras. «

Una dama que llega a la acción

–Trainspotting no tuvo protagonistas mujeres y aquí hay una que marca la historia. ¿Fue difícil para Anjela Nedyalkov integrarse a un elenco tan consolidado?

–En la edición aprecié lo arduo que debe haber sido para ella integrarse a una huella tan sólida. Representa un elemento totalmente nuevo. Los demás regresaron con agrado a territorios que habían ocupado. Pero Anjela era nueva y sin embargo interpreta un papel importante. Como actriz es muy reservada y tiene una cualidad honesta y genuina. Por suerte, no se cuestionó «cómo lograré ser visible con estos cuatro tipos tan brillantes». Es que verdaderamente brillan como actores. Pero ella encontró su camino bellamente.