Así como el presidente Mauricio Macri sostuvo a la cuestionada ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, durante la crisis por la desaparición y muerte de Santiago Maldonado, mantendrá en el cargo al titular de la cartera laboral, Jorge Triaca. Sin embargo, el derrotero del funcionario comienza a tener una fecha de vencimiento debido al desgaste político que acumuló durante la primera semana del escándalo que generaron las revelaciones sobre la situación irregular de su empleada doméstica.  

En el historial de Cambiemos para atravesar tormentas y escándalos, al gobierno le afecta mucho más el impacto del caso en la relación con los sindicatos, en el comienzo de la paritaria 2018, que las peripecias que tuvo que afrontar el oficialismo durante los embates que padeció Bullrich, hasta ahora la ministra más veces confirmada por Macri y el jefe de Gabinete, Marcos Peña.

«Se equivocó. Cometió un error, pero no va a dejar su cargo por eso. Hay que mirar la foto completa», contestó un funcionario de Peña, el único miembro del Gabinete que salió a defender públicamente a Triaca cuando reinaba un «silencio atroz» dentro de todo el elenco oficial. Las averías del ministro de Trabajo son registradas dentro de Balcarce 50 por partida doble: la contratación en negro de su empleada  lo desautoriza como la máxima autoridad laboral y queda agravada con el nombramiento de la mujer dentro de la intervención del Sindicato Obrero de Marítimos Unidos (SOMU) que ordenó hace un año y medio el juez federal Rodolfo Canicoba Corral. El magistrado pactó con Triaca el organigrama interno del sindicato que conducía Omar «Caballo» Suárez, a quien luego encarceló por lavado de dinero. El descabezamiento del sindicato fue la primera de una larga lista de intervenciones que atesora el gobierno para administrar la relación con la CGT. En reemplazo de Suárez, Triaca designó a la flamante senadora nacional por Buenos Aires, Gladys González, para construir su perfil «anticorrupción», dentro del diseño de su candidatura. Los insultos y el despido por audio de WhatsApp contra su mucama Sandra Heredia trizó el espejo que había construido González en el SOMU y dejó en evidencia que Triaca, junto con el magistrado que había encarcelado al «Caballo», pactaron la designación de una cantidad indeterminada de cargos que fueron ocupados por allegados.

Incompatibilidades 

En el caso del Triaca, la lista de nombramientos alcanza la decena en distintos puntos del Estado. La aparente incompatibilidad con su cargo público empeoró con las acusaciones de Heredia. La mujer reveló que Triaca blanqueó la mitad de su salario con una designación dentro del SOMU como delegada interventora en San Fernando, a menos de media hora de la quinta que el titular de la cartera laboral tiene en Boulogne, todo en el norte del Conurbano bonaerense. La casa de fin de semana familiar es propiedad de la madre del ministro: Haydee Menéndez, amiga personal del Papa Francisco desde hace más de tres décadas y el puente de llegada del cuestionado ministro a la Santa Sede, a pesar de las discretas críticas que mantiene el jefe del Vaticano con la política laboral de Cambiemos.

Las trazas del nepotismo que enlodan y debilitan a Triaca, reforzaron con velocidad a los caciques sindicales de la CGT. «El gobierno se equivoca. Sabemos que tiene una lista, construida con el inventario de sospechas y datos que tienen sobre distintos dirigentes y los aprovechan. Están más preocupados en 2019 y todavía falta 2018, y por ahora no tienen ningún número económico positivo para mostrar», definió  esta semana a Tiempo un importante secretario general de un gremio que dialoga intensamente con Triaca y con parte del Ejecutivo.

Reacción sindical 

El despido impulsivo de Triaca por mensaje de audio activó los reflejos del gastronómico Luis Barrionuevo, uno de los voceros del grupo de dirigentes unidos por el espanto. El ex titular de la CGT Azul y Blanca aprovechó un asado marplatense, para mandarle un mensaje a Macri y recordarle las debilidades políticas de la reforma laboral que pensaba impulsar, y del escarpado camino que su gobierno tiene por delante para que las paritarias de este año respeten el 15% de pauta salarial que pretende imponer la Casa Rosada. Precisamente la negociación que deberá conducir Triaca, aunque el escándalo del SOMU garantiza que no lo hará solo. A su lado, como ocurrió en momentos críticos de las paritarias anteriores, el frente salarial será compartido por Peña e incluso por el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, que deberá lidiar con el alineamiento de los gobernadores, e incluso tolerar las propuestas inconsultas del cordobés Juan Schiaretti: el primero en acordar un 15% con los trabajadores estatales de su provincia en diciembre, pero también el primero en mencionar una cláusula gatillo por si las estimaciones inflacionarias del oficialismo vuelven a fracasar. 

Diagnóstico

En el primer piso de la Casa Rosada, la escudería de funcionarios que minimiza el impacto del escándalo es la misma que cree fervientemente en la efectividad del tope del 15% de aumento. Ese sector repite que es muy redituable pelearse públicamente con el sindicalismo. Esa tesis se reforzó con la detención del platense Marcelo Balcedo, titular del gremio de no docentes de esa ciudad y detenido en Punta del Este por lavado de dinero y evasión fiscal. La evolución del caso desembocó en el secuestro de casi 10 millones de dólares en efectivo. La mayor incautación de metálico en la Justicia oriental y una nueva exhibición de «dinero vivo» desde que el ex funcionario José López fuera detenido con bolsos con billetes en el interior de un convento.

Dos años después de aquel espectacular despliegue televisivo (que luego fue continuado con la prisión de Lázaro Báez), en la Rosada algunos volvieron a revivir la euforia de aquellos días con la caída de Balcedo. Sin embargo, hasta su detención, el sindicalista no había roto los puentes con la gobernadora María Eugenia Vidal, ni siquiera a través del diario Hoy que ahora fue cerrado «provisoriamente», mientras sus trabajadores mantienen una ocupación pacífica de las instalaciones en defensa de sus puestos de trabajo.

En la CGT mascullan que la denuncia de Sandra Heredia contra su empleador irregular y la detención de Balcedo ocultaron la nueva ola de allanamientos y medidas judiciales que se están realizando en otros gremios y que alimentan el temor de los sindicalistas más poderosos del país. La preocupación, que desató una velada amenaza por parte de Barrionuevo, junto al excamionero Hugo Moyano y al bancario Sergio Palazzo, fue leída de inmediato por Macri, que al día siguiente mandó a Peña a blanquear la nueva estrategia de avanzar con la reforma laboral «sector por sector». «

Una lista incómoda 

La denuncia de la empleada doméstica del ministro Jorge Triaca volvió a poner en primer plano una lista que ya resultaba incómoda para el discurso de transparencia del gobierno de Cambiemos. Se trata de la nómina que da cuenta de los familiares que Triaca nombró en diferentes cargos del Estado. 

Esa lista incluye a su mujer María Cecilia Loccisano, como subsecretaria de Servicios de Salud; y a su hermana Lorena, en la Agencia de Inversiones. La red también incluye a Mariana, la otra hermana del jefe de la cartera laboral, como directora del Banco Nación, y a su consorte, Ernesto Reta, en el Banco de Inversión y Comercio Exterior.

Además, el ministro de Trabajo ubicó en diferentes áreas del Ministerio al hijo de su jardinero, José Romano, y a su abogado Roberto Porcel.