La ministra de Relaciones Exteriores de Chile, Antonia Urrejola, estuvo en Argentina como parte de la delegación que acompañó al presidente trasandino, Gabriel Boric, y mantuvo reuniones con funcionarios y funcionarias nacionales. La abogada, que viene de presidir la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en el 2021, es una de las 14 mujeres que integran el Gabinete. Tiempo habló con ella para conocer los ejes de trabajo entre ambos países y la perspectiva latinoamericana. Sostuvo que los límites geográficos forman parte de la agenda, pero no son la parte central. “No queremos centrar la relación bilateral en las diferencias que existen sino en la agenda común”.

Además, adelantó que no impulsarán la creación de ningún organismo multilateral sino que intentarán fortalecer los existentes y que no está en previsto tratar la salida al mar de Bolivia.

-¿Cuáles son los puntos estratégicos en la relación entre Argentina y Chile?

-Hemos conversado sobre la coordinación en el trabajo por los sitios de memoria, en materia de género y diversidad sexual. También sobre energía, que es muy importante para enfrentar la crisis energética en el contexto de la crisis climática. El intercambio comercial es otro tema importante, igual que la agenda de derechos humanos en general. Hemos firmado varios memorándum de entendimiento. Han venido empresarios grandes y también pequeños y medianos que son importantes para el intercambio comercial.

-El presidente Boric habló sobre los límites geográficos y dijo que lo que respecta a la plataforma continental antártica se resolverá a través de los buenos oficios y la diplomacia, ¿cómo piensan trabajar en ese sentido?

-Sobre eso estuvimos conversando junto a la ministra de Defensa de Chile, Maya Fernández Allende, con el ministros de Defensa de Argentina, Jorge Taiana,  y el de Relaciones Exteriores, Santiago Cafiero. Y nuestra línea es la misma que la solución de las controversias por la vía institucional y por los distintos mecanismos. En el caso concreto de lo que es la plataforma continental y la antártica, el propio Tratado de Paz y Amistad entre la Argentina y Chile y el Tratado Antártico, establecen procedimientos que tienen que ver con el diálogo y encontrar soluciones pacíficas. Es un tema en el que tenemos que conversar. Es parte de la agenda, pero no es la parte central de la agenda. No queremos centrar la relación bilateral en las diferencias que existen y tenemos que trabajar sino que queremos centrar la relación bilateral en la agenda común.

-En cuanto a la agenda de Latinoamérica, ¿cómo se puede lograr la integración que se perdió en los últimos años?

-En las reuniones bilaterales, Boric señaló la idea de América Latina requiere tener una sola voz. La idea no es seguir creando nuevos organismos. Lo que ha pasado en la región en los últimos años es que, según los gobiernos de turno y su ideología, se crearon organizaciones ligadas a la ideología de turno. Eso lo que ha hecho es fragmentar y polarizar. Lo que estamos trabajando, y ahí Argentina es un aliado fundamental, es empezar a trabajar en una agenda común entre los distintos países de la región para tener una sola voz en los organismos multilaterales. Temas como cambio climático, migraciones, seguridad y narcotráfico. Hay un conjunto de temas que son los mismos que enfrentamos los países de la región y donde nos parece súper importante poder tener una voz única. No estamos pensando en crear nuevas organizaciones sino en fortalecer lo existente y buscar espacio de intercambio en la agenda común. Es un proceso lento. El presidente habló con sus pares de Paraguay, Ecuador, Perú y Argentina. Son todos de ideología distinta, pero hay un acuerdo de ir buscando esta agenda común. Queremos reforzar la CELAC como un espacio de debate político que nos parece importante. Somos observadores en Mercosur, nos interesa también reforzar nuestro rol ahí.

-¿También incluyen UNASUR?

-No hemos conversado ese tema. No todos los países de América Latina son miembros de UNASUR. Creo que es parte del debate regional que tenemos que tener con los países. Lo que no puede pasar es que sigamos creando organizaciones con una afinidad ideológica. Los gobiernos pasan, quedan las organizaciones en el camino y las agendas que tenían también quedan en el camino y esa no es la idea. Lo importante es tener un espacio de consenso en las materias que aquejan a América Latina.

-Bolivia reclama la salida al mar. Hace semanas el presidente Arce dijo que retomaran las relaciones diplomáticas si se encuentra una solución a ese conflicto. ¿Es posible resolver esa situación?

-Hay un fallo de La Haya que le da la razón a Chile. Es un tema que los bolivianos en su propia Constitución establecen su aspiración de tener derecho al mar. Me parece que es una aspiración legítima, pero hay un fallo y Chile es respetuoso del fallo. No está en la agenda de hoy, pero sí queremos buscar una agenda más proactiva con Bolivia en otros temas que tenemos en común como el uso compartido de los recursos hídricos o el tema litio.

-¿Cómo evalúan la situación de Venezuela?

-El presidente ha sido muy claro en condenar las violaciones a los derechos humanos en Venezuela. Nos preocupa muchísimo. Los organismos de protección como la oficina de la Alta Comisionada o la Comisión Interamericana de DDHH tienen sendos informes. Sin perjuicio de lo cual, creemos que la salida a la grave crisis humanitaria, política y de derechos humanos requiere de diplomacia. Y requiere de los venezolanos, no solo el pueblo sino también del gobierno. Ahí queremos ver de darle un recurso al Grupo de Contacto Internacional, que eran las conversaciones que hacían en México. La única alternativa a esas crisis es buscar salidas dialogadas donde la comunidad internacional tiene un rol muy importante.

-Usted propone una diplomacia turquesa, ¿en qué consiste?

-Tiene que ver con el tema ambiental y el cambio climático. Tenemos cuatro ejes fundamentales: reforzar el multilateralismo, la política feminista, los derechos humanos y  la política turquesa, que en el caso de Chile está profundamente relacionado con el océano, que es azul, y la biodiversidad, que es verde. De ahí el concepto, que está relacionado con la crisis climática.

-El martes estuvieron en el Museo de la Memoria de la ex ESMA, ¿consideran establecer una política de memoria, verdad y justicia en Chile?

-El tema de justicia, verdad y memoria es un tema que es muy cercano al presidente Boric. A mi también como a mi persona, yo fui comisionada. No está directamente relacionado con mi cartera, pero sin lugar a dudas lo hemos conversado con el presidente y la ministra de Justicia y Derechos Humanos, de trabajar en estos temas. Yo creo que tenemos mucho que aprender de Argentina en materia de sitios de memoria y también yo quiero que podamos trabajar en Chile, pero también de manera conjunta en los principios de memoria. La Comisión Interamericana, dos años atrás, aprobó una resolución que trata sobre los principios interamericanos en materia de memoria. Tiene que ver con la conservación de los sitios de memoria y de los archivos y de la importancia que todo esto tiene en materia de lo que es la democracia. La memoria es fundamental para construir democracia. Con el presidente queremos trabajar en ese tema y generar una política nacional. Espero que desde Argentina nos puedan ayudar con los aprendizajes, los errores y los aciertos.