Isabel Allende, la senadora chilena e hija del expresidente derrocado por el dictador Augusto Pinochet, opinó que una nueva Constitución en Chile significará «la posibilidad de generar un nuevo modelo de desarrollo y de sociedad», tras el amplio triunfo de la opción Apruebo en el plebiscito sobre la reforma de la Constitución heredada de la dictadura (1973-90).

«Cuando hablo de una nueva Constitución hablo también de la posibilidad de generar un nuevo modelo de desarrollo y de sociedad» porque «el tipo de sociedad que tenemos ha generado profundas desigualdades», explicó la legisladora.

En la misma línea, resaltó que los dirigentes estuvieron «bastante ciegos» al respecto y que los resultados dejaron en evidencia la necesidad de un pueblo chileno que gritó «basta de abusos, basta de financiamientos irregulares, de una clase política que parece demasiado autocomplaciente».

En esta nueva etapa, para la legisladora, es imprescindible que la oposición se una para «avanzar en las transformaciones» que la sociedad demandó y que se cristalizó con un 78% de los votos a favor de la modificación de la Carta Magna impuesta en 1980.

En caso contrario, Allende pronosticó que la oposición podría enfrentar a «un rotundo rechazo».

«Lo que tenemos que hacer es democratizar esa democracia, profundizarla, ensancharla, hacerla inclusiva y hacernos cargo de los temas de hoy que no existían hace 50 años atrás», explicó, en declaraciones a la emisora argentina Radio Con Vos.

Respecto del tiempo que llevará redactar una nueva Constitución, Allende advirtió que «hay que hacer ver a la gente que este proceso va a tomar un par de años», y agregó que, a pesar de ello, la clase dirigente «podría ser mirada con más comprensión si hace un esfuerzo genuino en hacer cambios».

En abril de 2021 se convocará a elecciones de delgados convencionales que tendrán un año para redactar el nuevo texto, y se necesitarán dos tercios del parlamento para que tenga lugar cada una de las reformas que se propongan en los capítulos.

Finalmente, el Gobierno deberá llamar a un nuevo plebiscito para ratificar la Constitución y promulgarla.

«Todos hemos aprendido que la democracia es nuestro límite del accionar político», expresó y agregó: «Esperamos ponerle un sello distinto a esta nueva Constitución. Pero mientras vamos a tener que marchar con este actual modelo, y ese será el desafío».