La maquinaria de los bancos públicos está puesta al servicio de los créditos UVA. Por eso, por ejemplo, tan solo tres días después de anotarte en la web del Banco Nación vas a encontrar en tu casilla de correo la fecha para acercarte a la sucursal elegida para llevar toda la documentación requerida y firmar el pedido formal. Dos semanas más tarde, en la mayoría de los casos, el crédito ya estará a disposición.

Más allá de que las consultas son muchas, la demanda no es tanta. La inflación que no cede y las expectativas por una futura devaluación actúan como disuasión para aquellos que intentan acceder a una vivienda.

El economista de La Gran Makro, Emiliano Colombo, detalla que “ante una inflación muy alta la gente tiene miedo por eso la clase media y media baja no se vuelca al crédito. La clase media alta con ingresos superiores a 25 o 30 mil pesos es el sector más beneficiado y el que más solicita el producto”. Colombo además arriesga que “en algún punto, aquellos que solicitan el crédito confían en que el Gobierno pueda domar la inflación”.

Si bien en la normativa existe la posibilidad de, ante un escalada inflacionaria, extender los plazos para que la cuota no supere el 25% de los ingresos del beneficiario, lo cierto es que esto es una opción a la que el cliente del banco se debe adherir antes de que se le otorgue en préstamo, en caso de que no lo haga deberá pagar la cuota más allá de que supere el 25% de su salario.

En los mostradores de la sucursal de Banco Nación no son específicos al respecto y sugieren que se irán viendo los casos cuando comiencen a surgir los problemas y que, en definitiva, dependerá de la autoridad al momento de solicitar la prorroga.

La modalidad de los créditos indexados por inflación fue exitosa en otros países, explica Colombo, pero advierte que para ello es necesario la “estabilidad” que otorga una “baja inflación”.

“La experiencia que se hizo en Chile, uno de los pioneros en dar créditos indexados por inflación, es que la gente se volcó masivamente a demandar créditos cuando la inflación fue menor al 10%”, señaló el economista.  En tanto que por ahora en Argentina “La inflación es muy alta y los salaris no acompañan por eso la gente no demanda”, agregó.

Sobre las ventajas de la modalidad indexada por inflación, Colombo sostuvo que “es muy accesible para el trabajador porque la cuota es mucho más baja que los otros créditos”, pero insistió:  “El riesgo es alto porque depende de la inflación. En un contexto de crisis económica en el que puede haber despidos o con una inflación muy alta, el crédito se puede volver impagable”.

En ese contexto, desde la Gran Makro alertan sobre los acuerdos paritarios a la baja, ya que por más que el Gobierno logre controlar la inflación el crédito terminará siendo más caro para el trabajador.