Con 138 diputados presentes abrió la sesión especial que convocó este sábado el oficialismo de la Cámara de Diputados para votar un proyecto de resolución de repudio al intento de magnicidio contra la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. “Ni ellos ni nosotros”, fue el acuerdo para que la sesión se mantenga en armonía y que todos los bloques políticos aboguen en sus discursos por la paz social evitando mutuos señalamientos de responsabilidades.

Con el debut de Cecilia Moreau como titular del cuerpo legislativo, en el recinto estuvieron presentes funcionarios del gobierno nacional, las autoridades máximas de las Fuerzas Armadas, representantes de la Iglesia y diplomáticos, entre otros sectores. Las negociaciones llegaron hasta los minutos previos del comienzo de la sesión, donde se destacó la cintura política de la presidenta de la Cámara Baja. El oficialismo logró el respaldo amplio al repudio que buscaba desde lo institucional.

En tanto, Juntos por el Cambio se vio envuelto en una nueva interna tras la salida del PRO del recinto. La principal fuerza política opositora había reunido 40 representantes cuando el jefe del bloque del PRO, Cristian Ritondo, adelantó: “Luego de votar la resolución, y habiéndose cumplido el motivo de la convocatoria, nos retiraremos”. Explicó que entendían que “no es la calle ni el recinto el lugar para determinar los culpables de un delito. Es el Poder Judicial el único que tiene el deber de investigar, juzgar y condenar”. El gesto incomodó a los propios socios políticos de la coalición opositora. En off arreciaron las críticas: “El PRO se maneja con una de cal y una de arena porque tiene que satisfacer a halcones y palomas”.

Por su parte, Nicolás del Caño anunció la abstención del interbloque de izquierda debido a que no estaban de acuerdo con el texto a votar. Sin embargo, aclaró que desde el primer momento y “sin dudarlo” el Frente de la Izquierda y los Trabajadores había repudiado enérgicamente el ataque, que consideró “gravísimo”.

Doce oradores se explayaron durante las dos horas de la sesión, en las que se destacó la ausencia de Máximo Kirchner. Entre los propios se atribuyó la banca vacía a la situación delicada que atraviesa su madre. En contraste, el libertario Javier Milei rompió el silencio tras el atentado: “Repudiamos la violencia, pero no aceptamos este circo de la política”, señaló. “Los políticos no tienen privilegios en la población. Cuando tocan a uno de la casta ahí sí saltan. Lo único que les importa es defender sus privilegios», agregó el libertario que, tras un intercambio en tono de chicana con Moreau, salió gritando del recinto: “casta, casta”.

Pese a que fue una sesión de expresiones contenidas, surgió una rispidez durante el debate entre Myriam Bregman y Leandro Santoro. La legisladora de izquierda apuntó al oficialista por un tuit en el que se criticó la abstención del FIT. “He sufrido un ataque hace unos minutos y tengo que decirlo: una vez más el diputado Santoro se tuiteó encima y nos quiere comparar con los que hablaron acá, con los (Javier) Milei y los (José Luis) Espert”, lanzó Bregman. Inmediatamente el representante porteño pidió una cuestión de privilegio y respondió: “Bajo ninguna circunstancia he pretendido comparar la actitud del FIT con la que tuvo un sector de la derecha. Quise decir simplemente que en esta Argentina donde parece que los debates políticos para que sean públicos y para que trasciendan tienen que ser necesariamente irracionales, hemos llegado a un estado de situación en el cual pareciera ser que la condena a los discursos de odio y la búsqueda de la paz social generan grieta en la Argentina”, lamentó el diputado y le solicitó a su colega que se retracte por sus dichos. “Una cosa es describir y otra cosa es comparar”, afirmó.

En los cierres, el radical Mario Negri aseguró que los presentes concurrieron en defensa de la democracia. «La democracia es incompatible con la violencia y con el pensamiento único, venga de donde venga”. Citó el caso de Raúl Alfonsín, que «fue víctima de ataques contra su vida con bombas y con una bala que no se disparó tras ser gatillada, como ha ocurrido ahora. Alfonsín tuvo la estatura como presidente para no desparramar culpas sobre sus adversarios. Usó su palabra para llamar a la calma y convocar a toda la dirigencia política para respaldar todos juntos a la democracia”, recordó.

A su turno, el titular del bloque del Frente de Todos, Germán Martínez sostuvo que «las cosas no van a ser iguales en Argentina después de lo que le pasó a Cristina (Kirchner)”. Asimismo, confesó: “Hubiéramos querido que lo que pasó el jueves a la noche nunca hubiera pasado. Pero pasó, le pasó a la vicepresidenta, y tiene una gravedad tan importante que la respuesta institucional de uno de los poderes del Estado tenía que tener de mínima la misma proporción y dimensión de la gravedad de los acontecimientos”.

El texto, que se votó al iniciar la sesión, manifiesta una «absoluta solidaridad con la señora vicepresidenta y su familia». “Exigimos el pronto y completo esclarecimiento y condena a los responsables de este hecho lamentable, que empaña la vida en democracia. Exhortamos a la dirigencia toda y a la población a buscar todos los caminos que conduzcan a la paz social”, agrega. «