Los trabajadores del ISER decretaron el estado de alerta y movilización “debido a un profundo proceso de recorte y abandono” y al mismo tiempo denuncian que el Enacom destina 91 mil pesos mensuales a pagarle a Luis Otero como asesor para el mejor funcionamiento del Instituto, pero el candidato a intendente de Avellaneda por Cambiemos no concurre a trabajar.

“Lo vi una sola vez en una entrega de diplomas”, asegura una de las docentes que habló con Tiempo y pidió reserva de identidad por miedo a perder su trabajo. En tanto el colectivo de trabajadores que está denunciado el abandono de la institución fundada hace 69 años, que fue  pionera en la formación de profesionales de medios, agregó: “Resulta muy poco ético por parte de Otero, que desde las redes sociales y la pantalla de TN celebraba la imprescriptibilidad de delitos de corrupción, ser candidato en Avellaneda y ñoqui en ISER adonde hace meses que no viene. Tras una asamblea docente que hubo hace tres semanas comenzó a venir una o dos veces por semana”.   

Dentro del contexto de denuncias de vaciamiento los docentes señalan que “los estudios de Radio y TV devinieron obsoletos con un altísimo grado de deterioro y con nula inversión, la radio escuela FM 95.5 RADIO ISER no se escucha a más de dos cuadras debido a que no tiene inversión, no hay reemplazos pagos para profesores y sus designaciones tardan más de un año y redujeron el cupo de estudiantes que ingresan a ISER”.

Además, quienes dan clase en el ISER son los únicos docentes del país a los que no se les pagó el bono acordado en paritarias a fines de 2018. La situación de recorte de recursos técnicos y tecnológicos imprescindibles se extiende en todas las áreas. Computadoras viejas, sin posibilidad de acceso a internet para dar clase y sólo dos proyectores para dividir entre 600 alumnos que concurren al Instituto en tres turnos

A este escenario se suma el deterioro de la infraestructura alarmante que deja ver aulas sin calefacción, baños agua, techos con filtraciones y goteras, y accesos obstaculizados.

El abandono tiene distintas caras que van desde que el Centro de Estudiantes debió comprar los soportes para los micrófonos de Radio ISER, pizarras y marcadores; hasta que los estudiantes con movilidad reducida pasan hasta tres semanas sin poder acceder al edificio porque la única vía de acceso es un ascensor antiguo (más de 100 años) que se rompe periódicamente.