El gobierno nacional se encamina a lograr la sanción de la ley que refrendará el acuerdo con el FMI. Fuentes oficiales afirmaron que cuentan con los apoyos legislativos, territoriales y sindicales necesarios. La esperanza está puesta en el crecimiento y en ajustar los controles del Estado para tener mejores herramientas de recaudación. Desde el Ejecutivo ya confirmaron que no habrá nuevos impuestos que acompañen el proyecto.

La cercanía del entendimiento también fue confirmada por las autoridades del FMI. El director del Departamento del Hemisferio Occidental del Fondo Monetario Internacional, Ilan Goldfajn, sostuvo este viernes que el organismo está «muy cerca de llegar a un acuerdo completo con las autoridades argentinas», al exponer esta tarde ante empresarios y economistas de la región durante una charla organizada por el Consejo de las Américas, desarrollada en Nueva York.

Argentina se prepara para un acuerdo de dos años y medio que consiste en que los técnicos del Fondo hagan revisiones trimestrales previas a los desembolsos, prevé una reducción del déficit fiscal primario hasta alcanzar el 2,5% para este año, el 1,9% para 2023 y el 0,9% en 2024.

El gobierno argentino mostró dos señales de aceptación de los términos para el acuerdo. Por un lado, subió las tasas referenciales del Banco Central de 2,5 a 3 puntos. Por otro, el avance en el plan de transformación de planes sociales en empleos. Alberto Fernández se expresó sobre el tema en una visita este sábado a Textilcom, empresa de Villa Lugano que provee a marcas como Cheeky y Grisino, que sumará 140 empleados hasta ahora beneficiarios del plan Potenciar Trabajo. “Me pone muy contento lo que viví recién. Son chicos, chicas, hombres, mujeres que están recibiendo la asistencia del Estado para emprender un futuro como trabajadores de una empresa que crece. Eso es muy importante y hay que cuidarlo mucho”, expresó el mandatario.

En Diputados, el jefe de bloque, Germán Martínez, ya avisó que espera contar con los votos necesarios. Sobre este punto afirmó: «Desde lo institucional soy muy optimista y desde lo político, hay que seguir trabajando». «Yo voy hacer lo imposible para que Máximo vote con nosotros», sostuvo este sábado en un reportaje con CNN Radio.

Desde el Ejecutivo, fue Mercedes Marcó del Pont, titular de la Afip, la que comunicó esta semana que el Fondo no incluyó ninguna petición de creación de nuevos impuestos. Si bien la autoridad impositiva es el Estado nacional, desde Diputados ya confirmaron que por ahora no está en discusión la creación de gravámenes a la renta financiera, sector que se vio beneficiado durante el macrismo y que, según el mismo expresidente, fue destinatario de los fondos del préstamo con el FMI. “No hay nada de eso”, aseguraron a Tiempo fuentes cercanas al diputado Máximo Kirchner.

Por fuera de La Cámpora, su par Hugo Yasky ya confirmó esta semana a sus compañeros de militancia en el plenario de secretarios y secretarias generales de la CTA que, en tanto representante de una central sindical, su voto se definirá en ese marco. “No se termina la historia con la firma del acuerdo. La movilización popular será clave en la implementación o no de medidas de ajuste y la determinación de qué sector social asume la carga de ‘pagar los platos rotos’. Nuestra propuesta es que los sectores de las grandes fortunas, a través de los tributos existentes, sean los que asuman el costo duro del ajuste». La frase de los “tributos existentes” en boca del diputado de origen sindical da por tierra por ahora con las intenciones del también diputado del Frente de Todos Itai Hagman, quien propuso crear herramientas impositivas para gravar al sector financiero.

Desde el Ejecutivo afirman tener el aval de los gobernadores, oficialistas y opositores, de la cúpula de la CGT y también del moyanismo. Sin embargo, poco se sabe sobre cuántas abstenciones habrá dentro del oficialismo. Es que el silencio de la vicepresidenta Cristina Fernández se agiganta a medida que se acerca la votación en ambas cámaras. Tiempo pudo saber que la titular del Senado no conversó con ninguno de los integrantes del bloque oficialista sobre cuál posición tomar. En la Cámara Alta están los representantes de las provincias con cuyos gobernadores habló el presidente. Pero también están los senadores oficialistas de provincias opositoras, que no tienen jefe territorial. En el mismo sentido, el diputado Máximo Kirchner en su carta dejó en claro que no iba a salir a buscar votos en contra ni decirle al resto de la bancada cómo votar, ya que, según él mismo afirmó, para eso se bajó de la jefatura del bloque. Es por eso también que pidió dejar difundir cuentas sobre posibles abstenciones.

Es que todo poroteo, el tradicional conteo de votos a favor y en contra, en cualquiera de las cámaras, es abstracto porque la instrucción del kirchnerismo es esperar a conocer la letra del memorándum que venga de Economía. En tanto, la falta de directiva explícita sobre cómo votar –explica una fuente kirchnerista– hace que recaiga en cada representante del pueblo la responsabilidad política que hasta hoy era solo de Mauricio Macri. «