Luego de que la Unión Industrial Argentina (UIA) y varias cámaras pymes se quejaron de la política de Cambiemos para el sector, el ministro de Producción, Francisco Cabrera, reclamó “empresarios protagonistas, que tomen una agenda ofensiva y no defensiva”.

Las empresas fabriles venían de enviar un documento con 14 reclamos sobre el acuerdo de libre comercio que el gobierno intenta firmar con la Unión Europea. Este martes, además, los industriales lanzaron fuertes críticas a la administración pública sobre importaciones, impuestos y financiamiento, entre otros temas.

Tras esos reclamos, el funcionario recogió el guante y le pidió a los hombres de negocios que: “Estén a la altura de las circunstancias”.

Tiempo accedió a la extensa respuesta del titular de Producción. El texto señala que: “El problema de la Argentina no es que importamos mucho sino que exportamos poco. En 2017, la Argentina importó menos en dólares que en 2011, 2012 y 2013; y en términos del PBI se encuentra en el nivel más bajo desde 2001. Además, 8 de cada 10 dólares importados se destinan a bienes de capital e insumos para la producción”, planteó.

Cabrera recayó en el argumento de la “pesada herencia” y se apoyó en el último dato de industria del INDEC, según el cual en enero la producción subió un 2,6%, empujada por la construcción fundamentalmente.

El mensaje del ministro indica que: “En la encuesta incluida en el trabajo del INDEC, los propios industriales afirman que ‘respecto a la demanda interna, el 50,5% anticipa un ritmo estable para el período febrero-abril de 2018 respecto al período febrero-abril de 2017; mientras que el 39,7% de las empresas espera un aumento y solo el 9,8% prevé una baja’”.

“Nuestra proyección –añadió Cabrera- compartida por la UIA, es que la industria crecerá por arriba del 3% este año. Por supuesto que hay heterogeneidad entre los sectores y entre las empresas hacia adentro de los sectores, pero la tendencia es clara y estamos trabajando con todos”.

Casualmente también ayer se conoció que en 2017 la actividad creció 2,8%, algo menos que el pronóstico del 3% que manejaba el gobierno en abril del año pasado. Teniendo en cuenta eso, el pronóstico del titular de Producción reconoció que la actividad en 2018 no crecerá.

Sin embargo el mensaje sigue adelante con la respuesta. “En el 2017 las exportaciones de Manufacturas de Origen Industrial crecieron por arriba del 10% y esperamos este año tener un crecimiento aún mayor”. Después de esto enumeró medidas oficiales destinadas a la mejora de las ventas industriales al exterior.

En ese sentido, recordó la eliminación de las retenciones a las exportaciones industriales con las que “los exportadores se ahorraron U$S 6.000 millones en dos años”; el aumento de los reintegros a las exportaciones entre un 30 y un 80% “después de que estuvieran congelados por 15 años”; los créditos de comercio exterior destinados a empresas industriales durante los primeros 9 meses del 2017, que “alcanzaron un monto total de $3.259 millones (el 71,9% del total de lo desembolsado a comercio exterior”.

También defendió el desarrollo de nuevos mercados para productos industriales “como el acuerdo con Colombia para exportar 42.000 vehículos anuales”; la eliminación de la obligación de liquidar las divisas por exportaciones; la implementación de la llamada Ventanilla Única del Comercio Exterior (VUCE) y la implementación de Exporta Simple, un recurso con el que “las PyMEs pueden exportar productos a cualquier parte del mundo desde una computadora”.

Por otra parte, el titular de Producción recordó el lanzamiento del plan Potenciar para multiplicar las multinacionales argentinas y del Programa de Desarrollo de Proveedores (PRODEPRO) “para fortalecer la estructura productiva de la cadena de valor industrial y multiplicar las exportaciones de bienes con alto valor agregado”.

En primera persona, remarcó que: “Necesitamos que los empresarios hagan su parte, con una visión de la oportunidad que representa el mundo para nuestra producción industrial”, agregó.

A la UIA con cariño

En la última reunión de la mesa chica de la principal entidad fabril, se escucharon las primeras críticas a la gestión de Cambiemos desde que asumió el poder en diciembre de 2015. Entre los más vehementes se anotaron los empresarios de la alimentación y los textiles, que están entre los más arrinconados por el avance de las importaciones. Sin embargo, las fuentes de este medio reconocen las críticas se hicieron sentir desde todos los rincones de la representación industrial.

En cualquier caso, el gobierno volvió a acusar recibo y elaboró otra extensa explicación para “hablar con la verdad y tener un debate constructivo”.

Tras las críticas de Arcor, que protestó por las importaciones de tomates de Europa, Cabrera respondió que: “No es cierto que haya aumentado la importación de tomates en conserva: aumentó la importación de tomates enteros, pero cayó la de tomates en trozos que es mucho más importante en cantidades. En total, las importaciones en 2017 cayeron 12%”.

El ministro agregó que: “Tenemos un problema de competitividad en este sector, donde exportamos sólo 5.000 toneladas frente a una importación de 44.000 toneladas” pero recordó que: “Tenemos una mesa de diálogo con el sector y estamos buscando las maneras de reducir los costos, principalmente a través de reducir el costo del latón y mejorar el financiamiento para el pequeño productor de tomates. También bajamos los aranceles de los bienes de capital y estamos aumentando los reintegros a la exportación de todas las conservas”.

También hubo una respuesta a los textiles: “El principio general es que queremos que el consumidor argentino acceda a ropa de calidad a precios competitivos, acordes al resto del mundo. La indumentaria en la Argentina tiene precios que superan hasta en un 50% el promedio internacional y Argentina está en el pelotón de países con la ropa más cara del mundo”.

El funcionario defendió que “Argentina aplica los instrumentos de política comercial” en el caso de la confección. Y agregó que también “hay medidas antidumping contra distintos países”.

Además destacó que: “No hubo avalancha de importaciones” dado que “entre 2015 y 2017 la importación de ropa quedó en valores similares, de menos de 9% del consumo aparente”. A la par, señaló que los argentinos “han gastado en 2017 en compras en el exterior tres veces más que lo que ingresa por el canal normal de importaciones. Todo ello implica que con precios más competitivos hay una estructura comercial con potencial”, justificó. Y a la par, aseguró que el contrabando bajó un 90% desde 2015.

En cuanto a las críticas del calzado, el jefe de Producción señaló que: “Queremos que el consumidor argentino acceda a calzado de calidad a precios normales” y reconoció que: “La importación es más alta que en el sector textil (llega a alrededor de 19% del consumo) y es mayor que en años anteriores, pero sigue por debajo de la importación de 2009, por ejemplo”, si bien defendió que “estamos trabajando” en medidas para contrarrestar la situación.

Cabrera reconoció también que subieron las importaciones de muebles de 90 millones de dólares a 130 millones de 2015 a 2017 pero defendió que: “Siguen siendo una proporción muy baja del consumo (alrededor del 7%)” y aseguró que: “Estamos trabajando con ellos (por los fabricantes”.

Sobre las críticas de los industriales a los aumentos de impuestos planteó que: “En 2016 sancionamos la LEY PYME que por primera vez en la historia elimina impuestos, las ayuda financieramente y les aliviana los trámites burocráticos”.

Por otra parte, se refirió a los fabricantes de carrocerías de colectivos. El ministro señaló que: “Las compañías carroceras son beneficiarias del bono de bienes de capital, que estamos prorrogando por el plazo de un año”. Y agregó que el Ministerio de Producción “está trabajando con el sector para producir mejoras en la calidad y la productividad, con el objetivo de mejorar la competitividad e impulsar su transformación productiva”, aunque no aclaró en qué medidas concretas.

Finalmente, Cabrera proyectó que 2018 “se perfila como un año de expansión sostenida en el que se sumarán al crecimiento industrial sectores que tienen mayores desafíos”. Entre estos nombró al de los químicos, que subiría por la mayor demanda de medicamentos de venta libre y de productos por parte de Brasil, de detergentes (por la recuperación del consumo masivo), de caucho y plástico (por la mayor demanda de las industrias automotriz y de maquinaria agrícola) y de gases industriales (por el impulso de la metalmecánica y la siderurgia).

También avisoró buenos tiempos para alimentos y bebidas, que: “Extenderá su expansión a la mayoría de sus rubros: bebidas, por la mayor producción de vinos y lácteos, por el mayor consumo interno y nuevas inversiones (La Serenísima, La Tarantela y Arroyo Cabral)”. Además adelantó buenos tiempos para el sector de la carne vía exportaciones a China.

Por el lado del sector automotriz, señaló que: “Espera un crecimiento a dos dígitos gracias a la recuperación de Brasil (que generará mayores exportaciones y una desaceleración de las importaciones)”.

Este sector, comentó el funcionario, “terminó de consolidar un nuevo perfil productivo, recibió el impulso de inversiones millonarias en el marco del Acuerdo Productivo Plan 1 Millón, y entró en una etapa de transformación tecnológica asociada a las Industrias 4.0, que mejorará la eficiencia operativa y competitividad, creando oportunidades en nuevos mercados”.