Marcos Peña convocó a una reunión de urgencia para este jueves a los jefes de bloques de la alianza Cambiemos tras la fallida sesión especial en Diputados promovida por todos los sectores opositores. El malestar manifiesto de un grupo esta vez mayoritario del radicalismo y las declaraciones públicas de Elisa Carrió, obligaron al jefe de gabinete no sólo a dar la orden de evitar posturas triunfalistas por haberse impuesto a la intención opositora en la Cámara Baja, sino también a llamar a una cumbre para, al menos, “evaluar” propuestas propias que atenúen el impacto al bolsillo provocada por las tarifas.

Peña sabe que un solo diputado más en el recinto el miércoles al mediodía hubiera provocado un cimbronazo político parlamentario, seguramente trasladable de diputados a senadores, y a un seguro veto del presidente Macri con consecuencias políticas-electorales imprevisible. Como si fuera poco, tomó nota del ruidazo que tuvo a la clase media como protagonista, sobre todo en el Conurbano pero también en el interior del país, e imagina multitudinaria la marcha de este jueves desde Congreso hasta el Obelisco.

Es ese contexto de convulsión, con matices similares al diciembre de la reforma jubilatoria, el que obliga a Marcos Peña a tomar las riendas de un debate que, por transversal, amenaza con salirse del cauce que pretende el Gobierno.

Así, el cordobés Mario Negri aseguró tener una idea al respecto. “Propuesta sensatas que no dinamitarán al Estado”, afirmó el experimentado cordobés, uno de los pocos de la UCR escuchados por Peña. “La intención del radicalismo es llevar al recinto la próxima semana una propuesta para atenuar el impacto del aumento del gas. Lo único que puedo adelantar del planteo es que busca trabajar sobre el costo de las tarifas para que la estacionalidad no genere picos en el pago de las facturas. El radicalismo es un partido con un fuerte vínculo con la clase media y las fuerzas productivas, como las pymes y los productores «, añadió Negri, como disculpándose de su propia posición.

No tardó en trascender que la idea sería que sólo una parte del tarifazo del gas recaiga sobre los meses de invierno, obviamente los de mayor consumo, trasladando a la primavera y al verano un prorrateo del aumento ya anunciado por el ministro Aranguren. O sea, tarifazo en cuotas.

Al mismo tiempo, Carrió jugó el juego que supuestamente mejor juega y más le gusta. “Gracias a Dios se abre una instancia de negociación, motivo por el cual se posterga la sesión para la semana que viene, y es de resaltar la actitud del sr Marcos Peña para lograr ello”, tuiteó la líder de la Coalición Cívica. Muy pocos la entendieron hacia afuera del Gobierno. Hacia adentro, más de uno se agarró otra vez la cabeza.