La semana empezó con presagios de nuevo quiebre en los bloques legislativos del Congreso y terminó con una foto de unidad en el territorio bonaerense. Los reagrupamientos dentro del peronismo están en permanente cambio, pero el espanto de ver al presidente Mauricio Macri frotándose las manos ante la multiplicación de fracturas pudo más que las tensiones que ya no ocultan. 
La división central es entre el kirchernismo liderado por la ex presidenta Cristina Fernández, por un lado; y los gobernadores, por otro. Esa línea ya quedó trazada en el Parlasur, donde esta semana seis legisladores pejotistas rompieron con el Frente para la Victoria. Esta ruptura se iba a replicar en el Senado y en Diputados, pero se pospuso, “por lo menos hasta después del receso de las sesiones del Congreso”, explicaron fuentes partidarias a Tiempo. Otra fecha que puede ser clave para efectivizar las rupturas es el 22 de agosto. Ese día, las tres CGT pueden volver a caminar juntas. 
Desde el partido explican que los nuevos bloques que responderán al PJ nacional ya están funcionando de hecho. En el Senado votaron a favor de la ley de blanqueo de capitales y en Diputados ya no participan de las reuniones de bloques desde hace varios miércoles. “El bloque ya no funciona como tal”, aseguran. 
Aunque no prevén que se unifiquen bajo el mismo sello del PJ, el objetivo a largo plazo del presidente del partido, José Luis Gioja, es que todos los bloques de identidad peronista puedan confluir en estrategias parlamentarias. Entre los amigos cuentan a los diputados del bloque justicialista que integra Diego Bossio, los tres diputados misioneros que ya se habían ido a mediados de junio, los seis del Movimiento Evita y hasta algunos massistas como Felipe Solá y el moyanista Omar Plaini. La ilusión es que algún día sí queden amparados bajo el mismo paraguas legislativo en el Senado y en Diputados, separados de los legisladores de extracción kirchnerista. 
Sin embargo, mientras que a nivel nacional se reproducían los resquebrajamientos, en el territorio bonaerense, producto de una “ingeniería nuclear”, el presidente del PJ provincial, Fernando Espinoza, logró juntar a dirigentes massistas, legisladores de La Cámpora y dirigentes del peronismo tradicional. “El que esté libre de culpa que tire la primera piedra. Por algo perdimos. Todos tenemos que mirar para dentro, y hacer como hace en una gran familia: estar todos juntos, más unidos que nunca”, arengó.
Para la foto estuvo el propio vicepresidente partidario, segundo de Gioja, Daniel Scioli; uno de los diputados más cercanos a Cristina Fernández; Eduardo “Wado” de Pedro, y el cuñado de Sergio Massa y legislador provincial Sebastián Galmarini. “Vamos a llegar juntos a las elecciones del año que viene. Esta es la foto que le preocupa a Macri. El nuevo líder va a salir de la reorganización del peronismo y de una lista de unidad del Frente para la Victoria”, se anima a pronosticar Espinoza. 
A este llamamiento de unidad bonaerense también se acercaron los intendentes del llamado Pacto de Padua, en su mayoría jóvenes y que se referencian con Gabriel Katopodis, jefe comunal de San Martín. “Nosotros somos los que gobernamos en nuestro territorio y representamos al peronismo territorial”, explicó a Tiempo Katopodis, quien coordina con Martín Insaurralde de Lomas de Zamora, Juan Zabaleta de Hurlingham, Ariel Sujarchuk de Escobar,  entre otros. Estos intendentes se mostraron el miércoles junto a Julio Pereyra de Florencio Varela y Alberto Descalzo de Ituzaingó, ambos dirigentes de la Federación Argentina de Municipios. A esa reunión se sumó un nombre que hasta el momento sólo se referenciaba con Cristina: Patricio Mussi de Berazategui. A su vez, Pereyra se reunió esta semana con Emilio Pérsico, dirigente del Movimiento Evita, recién escindido del FpV en Diputados. 
El objetivo de todos es construir un agrupamiento que los contenga, y que el año que viene aporte esa unidad al candidato peronista que más mida para las elecciones legislativas de medio término. Sin embargo, por el momento prefieren no pensar en nombres de eventuales candidatos para no espantar a ningún sector. “Estamos hablando con la gente de Julián Domínguez, del flaco Florencio Randazzo, están todos adentro”, adelantan. Incluso, sueñan con una Primaria en la que además de Randazzo y Domínguez, puedan competir Scioli y Massa. “Nosotros lo invitamos, aunque Massa después no quiera estar”, especulan. 
Desde el peronismo bonaerense difieren de la estrategia que se da desde el PJ nacional. “Esta unificación se tiene que dar a nivel nacional y no se hizo”, se quejan y critican que el procesamiento de José López haya espantado a los dirigentes y haya favorecido la ofensiva de “el partido judicial” que esta semana cayó con fuerza sobre la ex presidenta. “No vamos a permitir que Cristina vaya presa”, adelantó un dirigente peronista no camporista que da cuenta del límite que está dispuesto a defender. «

Quizás nunca los haya unido el amor, así que puede volver a unirlos el espanto. «