La idea del destino consiste en creer que hay sucesos que no se pueden evitar. La persona llega a un punto determinado del recorrido más allá de su voluntad, de su deseo. Sobre los grandes líderes, como Cristina Fernández, sobrevuela permanentemente la idea del destino. La cita con la Historia. ¿Puede Cristina evitar presentarse para la presidencia en las próximas elecciones, cuando la mayoría del pueblo peronista lo espera como quien ve un oasis con agua mientras cruza el desierto? ¿O acaso su destino es, como diría Juan Perón, hacer  lo que el pueblo quiere?

Lo que haga CFK definirá, se sabe, todo el escenario dentro del Frente de Todos. Cerca del jefe de Gabinete, Agustín Rossi, que ya se mostró como potencial precandidato a la presidencia, creen que por ahora la vicepresidenta está más inclinada a no presentarse en las elecciones de este año. Sostienen que la posición que asumió en diciembre del año pasado sigue en pie, cuando dijo que no sería «candidata a nada», luego de que la condenaran en un juicio amañado y le cercenaron sus derechos políticos proscribiéndola.

“Ella se mira en el espejo de la Historia y esa imagen le devuelve que no tratará de tener fueros para no ir presa, como pasó con Carlos Menem. Se quedará en el Calafate y será un lugar de peregrinación de la militancia si es necesario”.

Las mismas fuentes tienen una posición tajante a la hora de analizar el armado electoral del FdT. “Si Cristina  decide ser candidata no tiene ningún sentido hacer una primaria”. Sin embargo, están convencidos de que por ahora la vicepresidenta está apostando al ministro de Economía, Sergio Massa, como candidato único del FdT.

Ante ese escenario, la postura es distinta. “Si finalmente juega Sergio, vamos a tratar de armar una PASO”.

La lectura que despliegan es que Massa encarna un peronismo de centro derecha y que una parte muy importante de la base electoral del Frente no estaría representada. “Es cierto que si Cristina lo apoya no será fácil, pero un segmento de nuestros votantes no confía en Massa”. Es entonces donde se abre la ventana para construir una alternativa, dentro de la primaria, que encarne una propuesta progresista desde el peronismo.

En la Jefatura de Gabinete creen que las PASO ayudarían a potenciar al peronismo y mejorar sus posibilidades electorales. “Hay muchos lugares, como pasó en Trelew, en los que estamos perdiendo porque vamos divididos. Una primaria civilizada ayudaría  a preservar la unidad”.

La inflación del mes pasado fue superior al siete por ciento y los saltos de los dólares financieros de esta semana preanuncian que el resultado de abril no será muy distinto. Quizás sea peor. Se trata de un contexto económico en el que parece muy complejo que el oficialismo-sea cual fuere-revalide su respaldo en la sociedad. A pesar de esto, en la Jefatura de ministros no son tan pesimistas respecto de las elecciones presidenciales. Recuerdan lo que ocurrió con Eduardo Angeloz en las elecciones de 1989. Angeloz fue el candidato del radicalismo y sacó el 38%, mientras el gobierno de Raúl Alfonsín era sacudido por una hiperinflación de cuatro dígitos. También ponen como ejemplo más cercano a Mauricio Macri, que con los precios volando, la pobreza y el desempleo creciendo, cosechó casi 40 puntos en las generales de 2019.

“Si vamos unidos tenemos un piso de 35% y Javier Milei le saca más votos a Juntos por el Cambio que a nosotros”, sostienen. En ese cálculo electoral que transita por una delgada línea fundan sus esperanzas de que no puede darse por perdida la elección. El destino no está escrito. ¿O si?