El jueves a primera hora de la tarde, en la sede nacional del Partido Justicialista, los referentes de Unidad Ciudadana, dirigentes peronistas de toda la provincia y los referentes del sindicalismo mediterráneo se puso en marcha el acuerdo acuerdo para integrar la boleta que tendrá en lo más alto a la fórmula conformada por Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner.

La reunión, que fue presidida por el apoderado del PJ, Jorge Landau, y el presidente del PJ, José Luis Gioja, se extendió por poco más de una hora. Atentos a la intervención de los referentes locales y como representantes de los partidos que conforman el frente opositor, que aún no tiene nombre, estaban Diana Conti y Martín Sabattella.

En ese contexto Landau celebró el acuerdo para que los referentes de 13 partidos cordobeses integren el frente y aseguró que la constitución de los frentes en todas las provincias tiene como objetivo no sólo militar la fórmula presidencial sino también cuidar el voto. En ese marco, uno de los muchos dirigentes sindicales presentes señaló que el sindicalismo se encargará de la fiscalización. Y ambos coincidieron en que el resultado de la segunda vuelta que se dio en córdoba en 2015 fue favorecido por “no haber cuidado el voto de los compañeros”.

Por otra parte, Gioja sentenció que 22 de los 24 partidos justicialistas provinciales formarán parte del frente opositor nacional. Solo quedarán afuera Córdoba y Salta.

El acuerdo impulsado desde la conducción del PJ, operado por Landau, y pensado por el peronismo local finalmente comenzó a tomar forma este jueves. El espacio que será inscripto, como el resto de los frentes provinciales y el frente nacional, más allá de los aportes a la elección presidencial, dará la disputa por las nueve bancas que la provincia pone en juego en la Cámara de Diputados.

Luego de la reunión, más allá de la aseveración de Gioja respecto a que el PJ en 22 provincias adhieren a la fórmula Fernández –Fernández, excepto Córdoba y Salta, los dirigentes del interior de Córdoba aseguraban por lo bajo que la conformación del frente no disgusta a Schiaretti. Incluso, señalan, que podría servirle de alivio para canalizar el pedido de una decena de intendentes de su partido que solicitaron explícitamente apoyar el armado opositor.

Por otra parte, y desde Buenos Aires, la línea que divide al Delasotismo de las decisiones electorales de Schiaretti cada vez se ve más clara. El nombre de Natalia De la Sota, hija del exgobernador fallecido, suena con fuerza dentro del comando de campaña de Sergio Massa como posible compañera de fórmula en caso de que haya competencia en una PASO a nivel nacional bajo el paraguas del Partido Justicialista.

La construcción de un frente que exceda los límites de Unidad Ciudadana, más allá de ser una decisión política emanada de la conducción nacional, aparece como una necesidad en una provincia donde el kirchnerismo, escaso en intención de votos, no presentó candidato a gobernador en las últimas elecciones provinciales. Desde el PJ nacional aspiran a que la conformación de un Frente opositor amplio sirva también para cicatrizar las heridas que llevaron a la atomización del espacio político que tiene como máximo referente a Cristina Fernández de Kirchner.