A los seis manifestantes detenidos tras la represión al corte de la avenida 9 de julio se les imputa «intimidación pública, resistencia a la autoridad y lesiones». En la causa intervienen la fiscal Alejandra Magnano y el juez Sergio Torres, del juzgado federal 12 de Comodoro Py. Se encuentran detenidos en la comisaría 30a de la Policía de la Ciudad (ex PFA).

Apenas trascendió que había presos y que estaban en la seccional 30a de Barracas, la presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, se apersonó en el lugar. Se plantó delante del comisario y le pidió garantías para los detenidos: preguntó cómo se encontraban, exigió poder verlos.

«No hablamos de la situación judicial de los detenidos. Para eso hay abogados. Yo vine a traer la solidaridad de las Madres: acá estamos, para lo que necesiten. Si quieren que hablemos con sus familias. Venimos a traerles un plato de comida y agua para sostenerlos. También hay diputados que han venido y es muy bueno que estén acá. Solidaridad, que hace falta en este momento. Todo esto empezó hace un año y medio cuando entró Macri al gobierno», aseguró Hebe a los periodistas.

Aparte de la titular de Madres, hasta la puerta de la comisaría 30 se acercaron el diputado bonaerense Miguel Funes y la legisladora porteña Paula Penacca, ambos del FpV y de La Cámpora. Enseguida llegó también un grupo de abogados, entre los que adquirió un rol protagónico Elizabeth Gómez Alcorta, una de las defensoras de Milagro Sala en los juicios en Jujuy.

«Es evidente que, desde hace un año y medio, tras el anuncio con bombos y platillos del protocolo antipiquetes, hay una decisión clara de reprimir cualquier manifestación pública: van a buscar cualquier tipo de excusas para reprimir», advirtió Gómez Alcorta ante la consulta de este diario.

«No sé si (el gobierno de Cambiemos) creerá que reprimir los favorece electoralmente pero sí creo que es claramente consecuencia de una matriz ideológica. Porque a ellos les da lo mismo. O que se trate de la manifestación de las mujeres del 8M o una manifestación en reclamos de planes y de una emergencia alimentaria como la que estamos viviendo. Lo que no queda ninguna duda es que estamos viviendo un ajuste con represión», analizó Gómez Alcorta.

«Es altamente posible, más allá de que la escalada es generalizada, el hecho de que se trate de una movilización del Frente por Trabajo y Dignidad Milagro Sala se encuadre en las detenciones que se llevaron adelante de forma masiva en Mendoza y con los 12 presos políticos que hoy tenemos en la organización», agregó finalmente la abogada de Sala.