El nonato albertismo comenzó a reorganizarse tras el renunciamiento electoral de la vicepresidenta Cristina Fernández. Este lunes los sindicalistas no moyanistas fueron a golpear la puerta de los gobernadores, reunidos en el Consejo Federal de Inversiones, el espacio que nuclea a los mandatarios provinciales y en donde suelen discutir problemas de plata, pero también de rosca. Es que además de haber pedido ser tenidos en cuenta para el armado político, también pidieron una silla para el propio presidente Alberto Fernández.

Si bien el encuentro se produjo por problemas de plata, ya que temen un cantado fallo adverso en la Corte Suprema, que todo indica que ratificará la entrega de fondos coparticipables extra a la ciudad de Buenos Aires, la más rica del país, la rosca terminó ganando la reunión.

Foto: Prensa

Es una fuente cercana a una persona que integró la reunión reveló que los sindicalistas fueron a pedir espacios en las listas, “un espacio en el armado”. Hasta el CFI fueron Héctor Daer y Carlos Acuña (cotitulares de la central obrera), Andrés Rodríguez (UPCN), Gerardo Martínez (Uocra) y Armando Cavalieri (Comercio), así como Juan Carlos Schmid (Dragado y Balizamiento). Algo dijo el propio Daer a la salida, casi sin querer: “No hablamos ni de candidatos ni de espacios en las listas», aclaró Daer, sino «de converger, el movimiento obrero organizado, a partir de la CGT y del movimiento nacional sindical peronista con los gobernadores», y acotó que «las reuniones se ampliarán a los movimientos sociales e intendentes».

Fue entonces cuando pidió la inclusión del presidente en la construcción del armado político. «Habrá que incorporar al propio presidente (Alberto Fernández) a este seno y encontrar un camino común de debate», y construir «una estrategia y una plataforma para llevar adelante un proceso electoral de acá a 2023 y, a partir de ganar las elecciones, a un proceso de transformación del país», pidió.

El renunciamiento político de Cristina Fernández descolocó a todos los sectores del peronismo, y en todos sus niveles, desde las bases hasta las dirigencias. Esta reunión de gobernadores y gobernadoras es la primera reacción político institucional tras el cimbronazo. Es que desde el lado de la vicepresidenta solo se escucha silencio, sobre todo después de la suspensión y por ahora no confirmación, del acto del Grupo de Puebla que se iba a realizar en el CCK.

Foto: Prensa

Estuvieron en la reunión los gobernadores Axel Kicillof (Buenos Aires), Sergio Ziliotto (La Pampa), Ricardo Quintela (La Rioja), Raúl Jalil (Catamarca), Gerardo Zamora (Santiago del Estero), Sergio Uñac (San Juan), Osvaldo Jaldo (Tucumán), Oscar Herrera Ahuad (Misiones), Gildo Insfrán (Formosa), Mariano Arcioni (Chubut) y Alicia Kirchner (Santa Cruz). Jorge Capitanich (Chaco) y Gustavo Bordet (Entre Ríos) lo hicieron vía Zoom.

En esa liga que reúne a los mandatarios peronistas, hay cuatro que son de pura cepa cristinista: Axel Kicillof, Alicia Kirchner, Jorge Capitanich y Gildo Insfrán. Se le puede agregar el radical k Gerardo Zamora. Es un espacio en el que el cristinismo tiene su decir. Por lo pronto, fueron los primeros en “tomar el bastón de mariscal”, tal como lo había pedido la vicepresidenta en la reunión con dirigentes bonaerenses en Ensenada.

Hasta allí fue Daer con el pedido de inclusión de Alberto Fernández, algo que el propio presidente había exigido en una entrevista hace un mes: “que respeten al presidente”.

Daer lo puso en estas palabras: «teníamos siempre la premisa de juntarnos el movimiento obrero organizado con los gobernadores, que son el pilar esencial en términos democráticos de los territorios”. Andrés Rodríguez pidió armar «una mesa política».

Más allá de la avanzada de los sindicalistas, tras el encuentro los gobernadores dejaron en claro que la candidatura puede ser para uno de ellos. Es por eso que salieron a hablar con la prensa. El gobernador de San Juan Sergio Uñac dijo que si “hay gobernadores que puedan haber marcado gestiones razonables en sus provincias, que naturalmente puedan estar dentro una grilla de partida para la cuestión presidencial». Sin embargo, fuentes sanjuaninas aclararon a Tiempo que Uñac está urgido por postularse porque la Constitución provincial no le permite reelegir, y para evitar el síndrome del “pato rengo”, y pedir una senaduría, necesita mostrarse como presidenciable.

En tanto, el riojano Quintela refirió que muchos gobernadores «están en condiciones de ser precandidatos o candidatos por el justicialismo», porque «tienen mucha experiencia, capacidad demostrada, saben lo que es administrar una provincia, y obviamente también se puede proyectar a nivel nacional», aunque aclaró que «no puedo adelantar nada porque nunca hemos hablado de este tema».

Por lo pronto, el peronismo comenzó a mover sus primeras piezas para armar un esquema que por el momento se muestra más que cambiante. Y, según afirmó una fuente que estuvo en el encuentro, las posibilidades de que se vaya consolidando un armado más concreto son pocas por ahora. «Falta mucho» sintetizaron.