La gran oportunidad o el principio del fin. El resultado de las PASO expuso la tensión que divide a las grandes corporaciones del resto de las empresas afectadas por una política económica que complementa importaciones con caída del poder adquisitivo.

Entre las grandes reina el optimismo. El titular de la Coordinadora de Industrias de Productos Alimenticios (Copal), Daniel Funes de Rioja, reiteró que su sector está pendiente de una reforma que elimine la superposición de impuestos de distintas jurisdicciones, un reclamo que comparte con las fábricas automotrices. «La presión es altísima y afecta la competitividad pero también el consumo», argumentó Funes de Rioja, un hombre que será clave en las negociaciones que vienen.

Funes de Rioja, también vicepresidente primero de la UIA, sabe que el Congreso post octubre seguirá teniendo mayoría opositora pero confía en persuadir a los adversarios del gobierno: «Se vienen dando señales favorables de cara a un consenso que debe cristalizarse en el Parlamento», aseguró en diálogo con Tiempo y agregó que los acuerdos con la oposición «no deben tardar si no se quiere perjudicar a la industria».

En cuanto a las reformas laborales, las grandes empresas se preparan para otro frente de «diálogo» con los gremios. Los objetivos de Copal son el aumento de la productividad y el establecimiento de un sistema «más ágil» de contratación.
En este caso los dirigentes privados también se tienen fe: «Las reformas van a llegar de la misma manera que llegaron en 2016» porque «creemos firmemente en el diálogo y vamos a buscar los consensos como el año pasado», sentenció Funes de Rioja en alusión a los proyectos oficiales que lograron el apoyo de legisladores opositores el año pasado. Copal, adelantó el empresario, hará gestiones con los legisladores de la oposición a la par de la UIA, aunque en este caso el negociador será Miguel Acevedo, presidente de la entidad industrial.

El miércoles pasado, en Rosario, se realizó el Precoloquio Centro de IDEA, con una agenda sobre pobreza y empleo, entre otros ejes. También se discutieron las reformas, aunque de manera informal.

Javier Goñi, presidente de IDEA y hombre del Grupo Ledesma, opinó que los cambios tributarios y laborales «son los debates a dar en pos de la Argentina que queremos» y coincidió en que la formación de consensos en el Congreso «será fundamental en los próximos meses».

El empresario consignó que IDEA viene trabajando «activamente» en el acercamiento de las partes. Días atrás, la entidad llevó su posición a comisiones parlamentarias. Además, este año organizó jornadas con legisladores de la oposición y miembros del gobierno, gremialistas y empresarios. El evento clave será el Coloquio 53º de la entidad, en Mar del Plata, entre el 11 y el 13 de octubre, un encuentro tradicionalmente concurrido por los candidatos.

Desde el exterior también abogaron por cambios de fondo. Una nutrida comitiva de empresarios estadounidenses visitó el país en compañía del vicepresidente estadounidense, Mike Pence. En las reuniones auspiciadas por la Cámara de Comercio Argentino Estadounidense (Amcham) se cuestionaron las condiciones macroeconómicas y sumaron apoyos a las reformas de corto plazo.

Mientras las grandes empresas de aquí y de allá festejan la elección y se preparan para la tarea de «evangelizar» a la oposición, una buena porción de las pymes se lamenta sin disimulo.

El miércoles, la Confederación General Empresaria (Cgera), en su mayoría pequeñas industrias sensibles a las importaciones, conmemoró el Día del Empresario Nacional con un llamado al cambio de rumbo económico.

El presidente de Cgera, Marcelo Fernández, reclamó «planes sectoriales en conjunto (con los gremios) porque si estamos separados no podemos proponer ni aspirar a las soluciones que necesitamos las pymes».

A la par, el dirigente marroquinero Ariel Aguilar advirtió que el escenario post PASO puede favorecer «una estampida de las grandes empresas» para imponer su peso en la agenda corporativa. «

Presión del sector automotriz

El sector automotriz fue de los primeros en plantear planes de competitividad a medida.

En la última reunión de la mesa sectorial que agrupa a esa cadena industrial, pocas horas después de las PASO, las empresas reclamaron no perderle pisada a Brasil, el principal socio comercial de la Argentina, que viene de aprobar una controvertida reforma laboral y se encamina a legitimar el programa automotriz denominado Rota 2030, que viene a reemplazar al vigente programa Inovar-Auto.

«El resultado del domingo (en las PASO) fue bienvenido por todas las empresas» como paso previo a la contienda de octubre, contó a Tiempo una fuente muy versada en el mercado local. Las firmas leyeron el resultado electoral como una señal positiva para «ir más allá» del Plan 1 Millón.

«Las nacionales queremos tener el mismo nivel de competitividad que Brasil», explicó otro vocero que accedió a los detalles del encuentro. «El Rota 2030 les va a proporcionar mucha más competitividad y no sé si el Plan 1 Millón va a ser suficiente para competirle», agregó.

Otro vocero del sector explicó que «Brasil se dio cuenta de que no exportaba autos y se puso a desarrollar políticas para venderle al mundo». Desde el año pasado, las terminales brasileñas vienen colocando grandes cantidades de vehículos en el mercado argentino, con claro impacto en la producción y el empleo locales. Las firmas aseguran que temen que la tendencia se prolongue en el tiempo si las nuevas condiciones macro consolidan la relación favorable al socio regional.