El flamante “superministro” estará a cargo de una cartera que fusiona los ministerios de Economía, de Agricultura, Ganadería y Pesca, y de Desarrollo Productivo. Un súper ministerio que deberá gestionar el programa económico micro y macro, el ingreso y egreso de divisas y, por supuesto, el problema de la inflación. Frente a este panorama y para cumplir su objetivo de “crecer con inclusión”, Sergio Massa sabe que el complejo sojero cobra un rol trascendental en cuanto generador de ingresos de divisas al país.

El conflicto sobre la liquidación de soja entró en escena cuando Gustavo Idígoras, titular de CIARA-CEC, declaró el 18 de julio, en el programa “Lanata sin filtro» por Radio Mitre, que los productores retienen granos equivalentes a unos USD 14.000 millones. Afirmó que esto es así porque “nadie sabe cuánto va a valer el dólar y a qué precio van a pagar los insumos los productores cuando tengan que vender soja para comprar sus insumos para la próxima siembra”.

En un informe presentado en la página de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) el pasado 27 de julio, Tejeda y otros afirmaron que “la liquidación de divisas sólo por exportaciones de granos y subproductos este año alcanzó el récord histórico de 19.145 millones de USD, un 15% por encima del récord anterior en 2021, y un 109% por encima de 2020”. Aunque en el eslabón primario, las ventas poroto de soja están atrasadas respecto al promedio histórico para el período hasta el 13 de julio, el cual en las últimas 8 campañas fue del 56%, mientras el actual es del 47%, “pero se encuentran adelantadas para el trigo y el maíz”.

Es decir, el récord de liquidación de divisas provenientes del campo se debe principalmente a las exportaciones de maíz y trigo. El primero ya vendió 32 Mtn de la cosecha actual, casi la totalidad del volumen establecido por el MAGyP para “equilibrar” la necesidad del mercado interno y la exportación. Para el segundo, las ventas superaron las 14 Mtn en una cosecha récord, de más de 22 Mtn. Lo que significa que solo queda soja para suplir la necesidad de dólares que urge al gobierno nacional.

El trabajo de la BCBA explica que la liquidación de divisas hace “referencia a la acción de ingresar los dólares de una operación de exportación a la economía y transformarlos a pesos argentinos al tipo de cambio oficial”, la cual es realizada por la empresa exportadora que tiene la obligación de liquidar los dólares al momento de concretar la operación. En el caso de los granos y subproductos de soja, es una acción que realizan las empresas agroexportadoras, algunas de las cuales procesan los porotos de soja y luego exportan harina, pellets, aceites o biodiesel. Otras realizan la exportación de porotos.

¿Con quiénes hay que sentarse?

El desafío inmediato para con el sector agropecuario que tiene Sergio Massa y Juan José Bahilo, responsable del equipo de Agricultura del superministerio, será encontrar los mecanismos para que ingresen las divisas en los tiempos que el gobierno nacional necesita, que parecen no ser los mismos tiempos para el campo.

Los actores que mayor volumen de granos manejan son algunos grandes productores con capacidad de acopio, los acopiadores de granos, las agroexportadoras y la agroindustria. Sin duda que con ellos habrá que sentarse a negociar. La gran incógnita es si esta vez -una vez más- estos sectores concentrados lograrán imponer sus condiciones.

Recordemos que los diez principales grupos de siembra son: ADECOAGRO; Aceitera General Deheza (AGD); Lartirigoyen y Cía (asociados al grupo Glencore); Grupo MSU; CRESUD; Grupo Duhau; Grupo Andreoli; Los Grobo; Grupo Boehler; y la firma australiana LIAG Argentina.

Las 5 primeras exportadoras de porotos de soja en la campaña 2020/21, en Argentina, fueron: ACA (Asociación de Cooperativas Argentinas Coop. Ltda.) con 1,1 Mtn; CHS Inc. (Cooperativa de EEUU) con 0,77 Mtn; ADM con 0,66 Mtn; CARGILL con 0,51 Mtn; y LDC con 0,41 Mtn.

La 5 primeras exportadoras de aceites para la misma campaña fueron: Oleaginosas Moreno (Viterra-Glencore) con 0,68 Mtn; CARGILL con 0,47 Mtn; Molinos Agro con 0,46 Mtn; AGD con 0,38 Mtn; y COFCO con 0,34 Mtn. Mientras que las 5 primeras empresas exportadoras de harinas y pellets fueron: Oleaginosas Moreno (Viterra-Glencore) con 3,72 Mtn; AGD con 2,43 Mtn; Molinos Agro con 1,97 Mtn; Bunge con 1,84 Mtn; y CARGILL con 1,68 Mtn.

Los Guardianes de los Granos, como se llama a los acopiadores en Argentina, son 1.259 empresas que cuentan con 2.458 plantas de almacenaje, según un reporte de la Bolsa de Comercio de Rosario. Entre los 12 primeros comercializaron más de 60 Mtn en el 2021. El top ten lo conforman: ACA; CARGILL; COFCO; AFA (Agricultores Federados Argentina); AGD; SAMSA Viterra; LDC; Bunge; Lartirigoyen y Cia.; y Los Grobo.

“Hemos detectado situaciones de abuso por parte de empresas mediante que se apropiaban de los dólares”, afirmó Massa, durante los anuncios con los que comenzó su gestión. Habrá tomado nota de estos 20 actores que son los que tienen la capacidad de definir el ingreso de “agro-dólares”. ¿Cuál será la estrategia para lograr el ingreso de divisas en los tiempos que el gobierno necesita?

Para el mediano plazo, se presentará el desafío de incidir en el sector que genera la mayor cantidad de divisas para el país y que impacta en el resto de las actividades agroalimentarias.

Un dato fundamental para proyectar una salida, radica en el hecho de que YPF Agro, la rama agropecuaria de YPF, adquiere alrededor de 2 Mtn de granos al año en concepto de canje con los productores. Es decir, tiene capacidad de compra en un mercado concentrado, aunque le falta estructura de industrialización; déficit que superaría sí se asocia a Vicentin, la agroexportadora argentina en quiebra tras estafar al Banco Nación, entre otros acreedores.

Por otro lado, se observa que entre los jugadores que adquieren los granos, acopian y comercializan al exterior se encuentra ACA, constituida por 140 cooperativas que involucran alrededor de 50 mil productores; y AFA, conformada por unos 36 mil productores asociados y 26 centros cooperativos primarios. Ello hace posible diseñar acciones conjuntas con YPF Agro para que adquiera los porotos de soja a los productores a precios diferenciados o segmentados, según la escala de cada productor.

Supondría pensar un acuerdo coyuntural para que ACA, AFA e YPF Agro compren a los productores porotos de soja, por ejemplo, a un 10% más del valor de pizarra para productores de menos de 250 hectáreas (Ha) de soja. Esto comprende al 80% de los productores, que en conjunto realizan sus labores en 3,78 millones de hectáreas (SISA soja 2020-21, INASE-MAGyP), lo cual equivale a unas 12 Mtn, tomando un rinde promedio de 3,2 Tn/Ha.

Incentivar a algunos de estos productores para que vendan los porotos de soja, si les queda, puede ser una acción a corto plazo que resuelva el desafío de aumentar la liquidación de soja y con ello aumentar el ingreso de divisas.

Una decisión política con capacidad de repercutir en el fondo de la cuestión, implica proyectar una intervención inteligente del estado. Para lo que una propuesta viable consistiría en la integración de YPF Agro y Vicentin. Recordemos que Vicentin posee en sociedad con Glencore, la planta agroindustrial más grande del mundo: RENOVA. De esta manera, la “dupla Vicentin-YPF Agro” tendría  la capacidad de competir en el complejo oleaginoso argentino al nivel de cualquiera de las grandes empresas transnacionales agroexportadoras.

La puja de intereses no será un límite fácil de sortear, pero la necesidad de medidas audaces, deja abierta la posibilidad de dar batalla certera al verdadero problema del agro argentino: la concentración de 20 actores que dominan el sector económico más importante del país. Urgen medidas de fondo; Sergio Massa y el Frente de Todos enfrentan el desafío de recuperar el rumbo de una Argentina con crecimiento y distribución, en la que los números cierren con la gente adentro. Lo miran atentamente actores con diferentes intereses en tensión, lo evaluarán las argentinas y los argentinos en la próxima elección.