Al calor de una temporada récord, Axel Kicillof afianza su plan reeleccionista, suma apoyos y se posiciona para mostrar que es el candidato natural del Frente de Todos en la provincia de Buenos Aires, en contraste con la dispersión que muestra la oposición. La estrategia electoral que empujan en La Plata es la de «ganar la Provincia para ganar la Nación».

Todas las encuestas que se conocieron esta semana dan al FdT y a Kicillof como ganadores por un margen de entre 3 y 10 puntos, aunque con proyección de un final reñido, como en 2021, debido a todas las variables que aún restan por definirse en la campaña que recién arranca. Por caso, en Juntos el abanico de precandidatos es muy amplio y aparecen anotados los diputados Diego Santilli, Cristian Ritondo y Martín Tetaz, los intendentes Néstor Grindetti, Javier Iguacel y Gustavo Posse, el senador bonaerense Joaquín De la Torre y el diputado provincial Maximiliano Abad; por el lado de los liberales sólo se subió a la carrera el economista José Luis Espert, mientras que Javier Milei –que sería  uno de los que mejor se posiciona a nivel nacional– estira la definición sobre quién será su candidato o candidata a la Gobernación.

El propio Kicillof se muestra escéptico de los sondeos y lo dejó en claro en la «mateada» que encabezó el miércoles en Villa Gesell. «Hoy veía encuestas que dicen que nosotros podemos ganar la Provincia, pero que está empatado. Quiero recordarles que a esta altura, en 2019, gobernaba María Eugenia Vidal y nosotros estábamos 20 puntos abajo, se perdía seguro. Imbatible, invencible y le terminamos ganando por 20 puntos», le dijo a la militancia que lo escuchaba y les recordó que la tarea es «mostrar lo que hicimos» y recordarle a los bonaerenses quiénes  «rompieron todo» cuando fueron gobierno. No se privó de chicanear también a Juntos por el número de postulantes y soltó: «Ya tienen como una docena, más que un equipo de fútbol».

Mostrar la gestión para sumar votos es el objetivo que desvela a Kicillof en el arranque de la campaña, aún cuando falte mucho para la definiciones en el FdT que hoy atraviesa momentos álgidos por los cruces entre el albertismo y el kirchnerismo post cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).

Los números alentadores de la temporada de verano y el operativo dispuesto a lo largo de los centros turísticos le sirven como vidriera al mandatario. «Lo que más nos convence es notar que empieza a valorarse la gestión», dijeron a Tiempo en su entorno y aseguraron que lo notan en las recorridas veraniegas por los distritos y en el cara a cara con la gente. El plan es aceitar las bajadas a cada distrito para los meses que vienen con la intención de militar y capitalizar las obras, las políticas y los recursos volcados en donde gobierna el oficialismo pero especialmente donde manda Juntos.

En los almuerzos de rosca que mantuvo en las últimas semanas en su gira por la costa atlántica, Kicillof comenzó a sumar el apoyo de intendentes, referentes políticos y sindicales que apoyan abiertamente que se quede en la provincia y vaya por la reelección. «Desde nuestro espacio no hay otro candidato para los bonaerenses que no sea Kicillof. Desde la Provincia vamos a ganar la Nación, por eso necesitamos un mandatario fuerte como él», señaló el intendente de Gesell, Gustavo Barrera, tras la comida que encabezó el gobernador con 12 intendentes de la quinta y sexta sección electoral que lo ven como el único que puede ganar en el distrito de mayor caudal electoral y que es definitorio para la elección nacional.

En el entorno del gobernador aseguran que son alrededor de 50 los intendentes que lo apoyan, más allá de los que lo hicieron público como Jorge Ferraresi (Avellaneda), Juan José Mussi (Berazategui), Julio Zamora (Tigre) o Mario Secco (Ensenada). Incluso apuntan que otros del AMBA como Gabriel Katopodis (San Martín), Fernando Espinoza (La Matanza) y Juan Zabaleta (Hurlingham) también se lo manifestaron en privado. «No es un capricho o un deseo personal. Se trata de elegir la mejor opción para el espacio», repiten en La Plata y retrucan que «no es momento para experimentos».

Sin embargo, otros jefes comunales –en especial del Gran Buenos Aires– todavía guardan silencio, a la espera tal vez de que se defina qué pasará con las candidaturas nacionales. Hay un grupo de los intendentes de «La Liga» de la primera y tercera sección que piensa que si Kicillof termina siendo empujado a una candidatura presidencial –una definición que terminará pasando por la vicepresidenta Cristina Kirchner– el elegido para pelear en la Provincia tendría que ser el jefe de Gabinete bonaerense, Martín Insaurralde. Pero su postulación también divide a los jefes comunales del AMBA y es por eso que se enfrió el encuentro que iba a realizarse en la costa. Según confiaron a Tiempo, ese meeting podría concretarse en la tercera semana de febrero en Santa Teresita, bajo el paraguas del PJ bonaerense y con presencia de su titular, Máximo Kirchner, quien no se pronunció aún sobre la reelección de Kicillof.  «