Los 90 minutos que compartieron Joe Biden y Alberto Fernández en el Salón Oval de la Casa Blanca demandaron ocho meses de negociaciones silenciosas entre el Departamento de Estado y la Cancillería para que no se cayera. Se concretó este miércoles cuando al invitado argentino le quedan ocho meses y diez días de mandato presidencial. Para Fernández se trató de una reunión que buscó desde hace tres años. El desafío para los próximos meses será que el encuentro no quede solamente en la foto. La hoja de ruta que pactaron ambos mandatarios estará concentrada en agilizar el financiamiento de 3000 millones de dólares desde organismos multilaterales (como el Banco Mundial)  y evitar que «el FMI» se pinte la cara en la relación con Argentina. Para seguir la gestión de esos acuerdos hasta diciembre, Biden designó a la subsecretaria de Estado Wendy Sherman, reconocida como una dura negociadora que viene de intervenir en las estancadas negociaciones con Rusia luego de la invasión a Ucrania.

A Sherman sus exégetas le dicen «zorro plateado» por su pelo canoso y su forma de intervenir en las misiones que le encargan. A sus 73 años es considerada una diplomática de mucho peso en el entorno de Biden y será la encargada de seguir la letra chica de los acuerdos que se tejieron en el despacho de su jefe. Del lado argentino estarán el canciller Santiago Cafiero y el ministro de Economía, Sergio Massa, que tiene previsto viajar dentro de dos semanas a Washington para participar de las reuniones de invierno del FMI. En el Gobierno afirmaron que allá se verá con Sherman, pero luego de recibirla en Buenos Aires después de la primera semana de abril.

Todavía está en reserva la agenda que tendrá en Argentina la segunda del canciller norteamericano Anthony Blinken, pero en la Casa Rosada confirmaron que su tarea será efectivizar el pedido de «un puente» de financiamiento en dólares para la administración frentetodista con el fin de evitar que la sequía, entre otros factores, empuje a un escenario inestabilidad económica incontrolable en vísperas de las definiciones que arrojará este año electoral.

Algunas medidas que fueron confirmadas en el Palacio de Hacienda fueron parte de los diálogos en Washington. El próximo «dólar agro» que ofrecerá un tipo de cambio diferenciado a los exportadores durante abril fue parte de esas conversaciones que tuvieron como plato fuerte el pedido de contar con recursos para reforzar las reservas.

Luego de la gira resta saber qué pidió Estados Unidos a cambio de agilizar ese «puente» y enviar a Sherman a Buenos Aires. En la Cancillería y en el Palacio de Hacienda aseguran que existe un interés manifiesto de la administración demócrata para evitar que Argentina y el gobierno frentetodista entren en una crisis de inestabilidad antes de la finalización del mandato de Fernández.

Luego de la cumbre se multiplicaron versiones sobre el endurecimiento del protocolo para la región y especialmente para Argentina que sostiene el Departamento de Estado y el Pentágono, a través del Comando Sur: contrarrestar la influencia de China en el continente y frenar la desarrollo de las relaciones económicas en Argentina. En diálogo con este diario cerca de Cafiero aseguraron que «no hubo menciones sobre China» y consideraron que «se está sobregirando la interpretación» sobre los planteos de Estados Unidos. Recordaron que «China es el principal socio comercial de EE UU» y que las versiones sobre un endurecimiento de las exigencias de Washington no tienen en cuenta que Biden remarcó que «China no es un enemigo, sino un competidor».

En Economía también destacaron ese cambio en la caracterización de Biden sobre China. El planteo surgió el año pasado y fue enunciado por Blinken, pero también advierte que esta década será decisiva para «evitar la expansión de China» en este siglo. Para lograrlo la administración de Biden habla de aumentar la cooperación económica con los demás países en disputa, pero también reforzar la presencia militar ante el veloz desarrollo de la capacidad militar naval, aérea y nuclear del gigante asiático. En un momento de franco deterioro de las relaciones entre Washington y Beijing, resulta difícil pensar que Sherman no se encargue de reforzar ese torniquete cuando venga a Buenos Aires.

Hay uno de los temas que preocupan a Estados Unidos en Argentina que no tendrá cambios. El directorio del ENACOM está por publicar la licitación del 5G en la telefonía celular y no habrá restricciones para la tecnología china ni para la norteamericana. Donde podrían haber cambios es en la construcción de un puerto antártico en Tierra del Fuego, que también esta en la mira de Estados Unidos. Aunque fuentes oficiales descartaron que haya cooperación con China en ese tema, el asunto sigue sobrevolando el vínculo.

El gobierno argentino, a través de Massa y Cafiero, viene repitiendo a Washington que es imposible que se quejen de la influencia China cuando el gigante asiático ofrece un financiamiento mucho más competitivo. Ese libreto apunta a dejar en evidencia que Washington todavía no abrió la billetera para competir con China en el continente y que prefiere seguir usando el garrote a la zanahoria. La expectativa es que «el puente» incluya que se destraben créditos blandos que no provengan del FMI y que, al mismo tiempo, el staff de organismo no endurezca sus evaluaciones en los próximos períodos que auditará.

«Fue un encuentro de alto nivel. En tres oportunidades hablaron de la mala herencia económica recibida por los dos gobiernos y eso ofrece una fortaleza novedosa», evaluaron en el Palacio San Martín, sin precisar qué deberá aportar Argentina a cambio.

Kicillof ve «tufillo electoral» en el fallo por YPF

El gobernador de la provincia de Buenos Aires Axel Kicillof sostuvo que «es absurdo» el fallo de la justicia de Estados Unidos contra el estado argentino, en el juicio que se tramita por la expropiación de la petrolera YPF y además dijo que «llega en plena campaña electoral».


«El fallo tiene el tufillo que todos conocemos», afirmó el gobernador en declaraciones a Radio 10, en las que advirtió que si la próxima elección presidencial «la gana el macrismo no hay ninguna duda de que van a volver a privatizar YPF».


El viernes, la jueza del Segundo Distrito Sur de Manhattan, Loretta Preska, falló contra el Estado argentino en el juicio que se tramita en ese país por la expropiación de la petrolera YPF, llevada a cabo en 2012, y eximió de responsabilidades a la compañía.


El fallo favorece a los fondos Burford Capital y Eton Park, que en su momento le compraron a los accionistas minoritarios el derecho a litigar contra la Argentina e YPF. Kicillof advirtió: «Tampoco está determinado el monto de la sentencia, y también se va a apelar, porque es un absurdo. Después vendrá la segunda instancia, y seguramente la Corte Suprema con lo cual estamos hablando de una noticia que está incompleta y surge este año, que es un año electoral».