Inflación, retenciones, Rusia, FMI, salarios. Los ejes que dividen al oficialismo son cada vez más profundos. Mientras el presidente Alberto Fernández intenta sostener al ministro Martín Guzmán como forma de mostrar fortaleza, los dirigentes que le responden entraron en un espiral de internas que no están vinculadas con los movimientos del camporismo.

El acuerdo de Guzmán con parte de la CGT y la cúpula de la UIA para adelantar las paritarias, como forma de que los ingresos no pierdan poder adquisitivo ante la inflación, quedó en cuestión con la decisión de Cristina Fernández y Sergio Massa de dar una suma fija a la planta de trabajadores del Congreso. Es una metodología diferente al porcentaje porque suele beneficiar más a los que están en la base de la pirámide.
El acuerdo de la CGT, la UIA y el gobierno tampoco alcanzó para frenar las críticas internas. Se reflejaron en las duras palabras del secretario de Comercio, Roberto Felleti, quien insistió con implementar la suba de los derechos de exportación –retenciones– como forma de desacople de los precios locales de los internacionales.

Además de la pelea con el cristinismo, el presidente tuvo que salir a mediar en una disputa interna de su espacio. El ministro de Desarrollo Social Juan Zabaleta acusó de “extorsionadores” a los movimientos sociales tras dos días de acampe en la 9 de Julio. Fue un mensaje compartido con el jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta. En ese contexto, Emilio Pérsico salió a pedir que su Secretaría de Economía Social pase a depender de Jefatura de Gabinete y ya no de Desarrollo Social, en un intento de salir del ámbito de mando de Zabaleta. Por ahora no lo logró. Alberto se mostró esta semana junto al ministro para anunciar una suba en la Tarjeta Alimentar.

Máximo Kirchner, por su parte, recriminó: “Hay que dejar de quejarse si cortan una calle y terminar con las pendejadas de la televisión”. Lo hizo en el acto de asunción de Gustavo Menéndez en el PJ de Merlo. “El oeste, Moreno, Merlo, son de los distritos que más conocen lo que pasa cuando los dirigentes se amontonan en un lugar y el pueblo en otro. Eso fue en 2001. Fue del oeste de donde salieron muchos argentinos y argentinas a Plaza de Mayo porque no daban más”, dijo junto a la intendenta Mariel Fernández, dirigente del Evita, que a su vez fue una de las protagonistas de la militancia territorial en esa zona.

El territorio será clave en las próximas semanas para la instalación de la iniciativa del Senado del “Fondo para el Fondo”, que impulsa Cristina Fernández. Ya empezaron a aparecer en las calles del Conurbano las pintadas con la consigna “Que la deuda la paguen los que la fugaron”. Las actividades están a cargo de las organizaciones que marcharon juntas el 24 de Marzo desde la ex Esma hasta Plaza de Mayo y que lideraron La Cámpora y los referentes del PJ bonaerense.

A partir del lunes 18 se iniciará una juntada de firmas en diferentes puntos para promover el proyecto del bloque del Frente de Todos para luego entregarlas al Congreso. Según pudo saber Tiempo, en el Senado no habrá plenario de comisiones este miércoles, pero el siguiente ya están invitados la investigadora del Conicet sobre la deuda, Magdalena Rúa; el periodista especializado en el vínculo con el FMI, Alfredo Zaiat; y el constitucionalista Daniel Sabsay.

El kirchnerismo descuenta la media sanción del Senado. Sin embargo, durante la visita de Massa a Casa Rosada esta semana, se discutió la inclusión en la agenda parlamentaria de los temas que impulsa el Ejecutivo: ley de agroindustria, promoción de la construcción, hidrocarburos, turismo, industria del cannabis, cadena de valor del litio y la ley de nanobiotecnología. Una vez que haya media sanción del “Fondo para el Fondo”, habrá que ver cómo se insertan en el cronograma legislativo.

Por lo pronto, el dirigente Agustín Rossi, que organizó un masivo acto en Rosario este sábado para apoyar la gestión del presidente, se convirtió en uno de los hombres de confianza de Alberto. Tras la reunión que mantuvo esta semana en la Rosada con el presidente, señaló que “sería un error grave prescindir de Martín Guzmán”, lo que no implica un posible corrimiento a otra función.

En paralelo al acto de Rosario, en Buenos Aires el excanciller Felipe Solá dio una charla en el Instituto Patria sobre “Política, planificación y gobierno”. “Nadie la vio venir, pero la pared estaba ahí, al frente nuestro. Yo hablé con alguien muy importante y fue la única que la vio” elogió Solá, a la vez que criticó de manera velada al presidente: “Hay que salir de la emocionalidad. Es el pueblo el que se puede emocionar, los conducidos, no los dirigentes”.

Rossi con Alberto, Solá con Cristina. Los enroques y reacomodamientos se suceden impredecibles. Como las declaraciones de los dirigentes que expusieron en el foro de la Corriente Nacional de la Militancia en Rosario, donde cuestionó la posición argentina de exclusión a Rusia del Consejo de Seguridad de la ONU, decisión que algunos le atribuyen a un posible mayor alineamiento con Estados Unidos en el marco del acuerdo con el FMI, en contra de la tradición local y de la posición de Brasil y México.