Hablar de Javier Milei ya no gana rating en la tele; tampoco suma adhesiones en las encuestas durante este año no electoral. El dirigente de ultraderecha atraviesa uno de los momentos más grises de su corta carrera política, desde que juró como diputado nacional hace siete meses. Su experimento de sortear el sueldo se desinfla mensualmente, ante la fatiga de la repetición del producto. Y desde el viernes 10 de junio comenzó a vivir el efecto corrosivo del fuego amigo, aplicado por su exaliado, el abogado ultraliberal Carlos Maslatón, que lo criticó por el rol de su hermana Karina, por el acercamiento a Mauricio Macri y los aliados de las ultraderechas provinciales. Un viaje a Colombia y Brasil le permitió salir de la tormenta criolla, pero regresa este domingo al barro que lo incomoda. Piensa terminar de desprenderse de quienes amenazan con un cisma si no democratiza las decisiones políticas.

Dicen que no cambiará el discurso ni abandonará sus posiciones económicas, pero comenzará a salir de la Capital más seguido. Tal como contó Tiempo en su última edición dominical, el primer desembarco con pretensiones de masividad en el Conurbano bonaerense no le salió bien. Organizó un acto en el Club El Porvenir, en Gerli, Avellaneda, sobre el límite con Lanús, y no alcanzó a reunir 1500 personas cuando esas instalaciones tienen capacidad para 12 mil. Por ahora no planifica una nueva escala bonaerense para hablar de su candidatura presidencial, pero la próxima estación en esa provincia será Mar del Plata, un distrito gobernado por el ex juez federal Guillermo Montenegro, que integra el PRO desde hace 15 años. En La Feliz hay un importante núcleo de votos de derecha y una creciente manifestación de expresiones de ultraderecha. Es una ciudad donde los grupos de skins comienzan a naturalizarse como parte del paisaje político. Entre Mar del Plata y Bahía Blanca existe un largo entramado de extrema derecha que Milei buscará seducir cuando le ponga fecha a sus próximas visitas.

La única presentación confirmada en otras provincias se concretará el 23 de julio. Milei estará en Tucumán para mostrarse con el diputado local Ricardo Bussi, hijo del exgeneral Antonio Domingo Bussi, que fue condenado por delitos de lesa humanidad y gobernó la provincia durante la última dictadura militar; y también en democracia. Maslatón había advertido sobre el acercamiento a «grupos fascistas». Era uno de los principales críticos del acercamiento al tucumano, alimentado por la diputada Victoria Villarroel, negacionista de la última dictadura e interlocutora de esos grupos en Diputados. Milei buscará tomar contacto con lo que queda del bussismo, encarnado en Ricardo, cultor de un discurso tan duro como el dirigente de La Libertad Avanza. En el NOA hay otra visita en agenda. Será en La Rioja, donde se mostrará con Martín Menem, sobrino del expresidente e hijo del exsenador Eduardo Menem. Fue uno de los primeros en erigirse entre los aliados norteños.

En el mapa también tiene otros dos encuentros con derechas provinciales. En su entorno guardan la fecha con celo, pero los objetivos son dos actos cuyanos. En San Juan estará con Alfredo Avelín, de Cruzada Renovadora, un partido que fue desarrollista pero que ahora tiene la franquicia electoral y política de Milei en la provincia que gobierna el peronista Sergio Uñac. Si viaja a la capital sanjuanina, volverá a pasar por Mendoza, donde ya estuvo el 24 de abril en un acto proselitista en el Parque O’Higgins, destinado a mostrarse con jóvenes. La movida cuenta con el apoyo del Partido Demócrata, que busca cerrar un acuerdo electoral en la deriva que vive hacia la ultraderecha, concentrado en drenarle votos a Juntos por el Cambio y especialmente al PRO, que tiene al diputado y exintendente Omar De Marchi como principal exponente. El dirigente proviene del antiguo Partido Demócrata y ahora revista en las filas macristas. Desde el mes pasado, el legislador es el coordinador nacional de la campaña presidencial del alcalde porteño Horacio Rodríguez Larreta. Ese realineamiento podría tener consecuencias dentro del arco de derecha, en una provincia gobernada por el radical Rodolfo Suárez. Allí pisa fuerte el senador Alfredo Cornejo, que esta semana recibió a Patricia Bullrich para alimentar la idea de una fórmula presidencial conjunta para pelear en las PASO de Juntos por el Cambio.

En cada distrito donde Milei piensa poner un pie se reordena la interna de JxC. El fenómeno confirma la porosidad de ambas fuerzas. Por abajo y en los territorios crecen los contactos que Milei ralea por arriba. Sin embargo, ya mantuvo cuatro charlas con el expresidente Mauricio Macri, impulsadas por el dirigente ultraliberal Alberto Benegas Lynch. El acercamiento tiene costos dentro de La Libertad Avanza. También fue Maslatón el primero en demoler esa negociación, dentro de las durísimas críticas que lanzó contra Karina Milei, hermana del dirigente, y Carlos Kikuchi, exvocero de Domingo Cavallo.

Este sábado Maslatón volvió a impugnarlo. «Ningún deterioro de tu imagen se hubiera producido si no demandabas a los periodistas, ni decías que se podían vender órganos, y si no metías al caballo de Kikuchi al mando y decretabas el culto a la personalidad de tu hermana», escribió en Twitter. «Todavía podés dar vuelta esto si es que no querés fundirte y si no arreglás con los socialistas de JxC. Convocá a la militancia, afuera Kikuchi, Karina maneja agenda y se prepara para Primera Dama pero no fusila más a nadie. Relancemos la campaña con el liberalismo», insistió.

Cuando retome su road show en los medios (ahora menguante por la pérdida de rating) ratificará su alejamiento de Maslatón y recordará que se fue de todos los espacios que integró. Será una forma de asegurar que no habrá cambios en la decisión de construir el Partido Libertario a nivel federal con los entramados de las derechas provinciales, en varios casos pobladas de componentes de ultraderecha que ahora podrían encontrar un nuevo liderazgo con la candidatura de Milei. Las redes son tejidas por Karina, Kikuchi y sus asesores mas estrechos.

Los desgranamientos y contactos con el PRO no se limitan a las escalas planificadas por Milei. También suceden en Neuquén, con el diputado nacional Francisco Sánchez, que cargó contra Elisa Carrió porque la fundadora de la Coalición Cívica destrozó a Milei en su estrategia de alejamiento de todo lo que esté más allá de la alianza que inauguró en 2015. «Estoy dentro de JxC, pero me despego totalmente de los delirios que declara Carrió. No representa a nadie. Se puso cada vez más marginal», escribió el legislador. La respuesta más tirante la lanzó Mariana Stillman de la CC. «Estoy adentro de JxC y a mí sí me representa su valentía, preparación, honestidad y lucidez inigualable. ¿Vos a quién representás? ¿Al fugaz anarcoliberalismo de spot publicitario? No es la primera vez que te referís de modo agresivo a mujeres que integran nuestro espacio. Ubicate», le recriminó la diputada bonaerense. El cruce público es un termómetro de la ebullición de los lazos que atraviesan JxC y los vinculan con las fuerzas de ultraderecha que les drenan votos sin freno.

Entre las coincidencias que Milei comparte con Macri hay una que pasa por Diputados. No les agrada ocupar una banca. El economista sigue sin presentar un proyecto que haya sido exclusivamente redactado por él. Es cofirmante de textos impulsados por otros. El detalle pasó a un segundo plano por la ausencia que tuvo en la última sesión. Tanto Leandro Santoro, del FdT, como Myriam Bregman, del FIT, lo cuestionaron por estar ausente cuando se debatían alivios fiscales, uno de sus ejes de campaña. Al diputado le importaron muy poco los reproches. Estaba en Colombia para mostrar su respaldo al candidato presidencial de derecha Rodolfo Hernández. Luego viajó a Brasil para participar de la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC), organizada por Eduardo Bolsonaro, hijo del mandatario amazónico de ultraderecha. En el evento también estuvo el excandidato presidencial chileno José Kast. La foto los mostró juntos, con la aspiración de lucir coincidencias regionales en vísperas de las elecciones colombianas de este domingo y articularlas cuando se conozca el resultado del comicio que les quita el sueño. «