Los trabajadores continúan desamparados. La ley que prevé la suspensión de despidos por 180 días y una doble indemnización no se sancionó el jueves pasado por la ausencia del bloque que responde a Sergio Massa. A Cambiemos la caída de la sesión le permitió seguir frenando la norma. Ahora se abrieron nuevos canales de negociación entre las vertientes peronistas de la Cámara de Diputados, que incluyen a sus pares del Senado, para consensuar una estrategia común que satisfaga el reclamo de las centrales obreras. Igual, el macrismo tiene un plan para complicar su tratamiento.
La imposibilidad de sesionar tuvo múltiples razones que incluyen las especulaciones políticas, los egos e incluso las presiones externas. El oficialismo en Diputados tiene dos adversarios, el FPV y el massismo, y trabajó duro para que se anulen mutuamente. Si bien consideran a Massa como el principal contrincante electoral, mantuvieron extensas conversaciones con el tigrense para anular el proyecto que llegó del Senado al promover modificaciones y permitirle, en detrimento del kirchnerismo, saborear una pequeña «victoria». Ganaron una semana.
Massa, en tanto, manejó la tensión con sus diputados de extracción sindical, lo que le permitió que Facundo Moyano se rebelara ante la exigencia y posterior reto de su padre Hugo quien buscaba convencerlo de que baje al recinto. Los objetivos políticos no comparten necesariamente el mismo carril de las urgencias sindicales y sólo Héctor Daer se sentó en su banca. El legislador ya reconoció la existencia de «diferencias sustanciales con Massa» y no se sabe cuál será su futuro. En el FR, los dipu-sindicales aseguran que Daer fue a la sesión porque «quiere ser el futuro secretario general de la CGT» unificada.
El FPV asimiló el golpe pero no cesará en su intento por sancionar la ley. Héctor Recalde abrió canales de diálogo con Massa que, dicen en su entorno, se concretarán mañana. Recalde no tiene problema en que el «triunfo» se lo adjudiquen a Massa quien también afirmó estar dispuesto a charlar con el FPV: «Tenemos tiempo para consensuar hasta el mismo momento de la reunión de Labor Parlamentaria», indicó.
Un posible acuerdo entre el FPV y el FR, que incluye al bloque Justicialista, puede ser la llave que destrabe la ley y anule la trampa que armó Cambiemos. El oficialismo imprimió el orden del día de la sesión ordinaria del próximo miércoles e incluyó los dictámenes del FPV, uno propio y el del FR. Por no cumplir una formalidad reglamentaria deberán ser habilitados en el recinto con el apoyo de los dos tercios de los diputados presentes. Sólo un acuerdo entre estos bloques de extracción peronista y otras bancadas menores podrá salvar el escollo. Cambiemos trabaja para impedirlo. Luego, si el proyecto se llega aprobar con modificaciones, habrá que convencer a Miguel Pichetto de que las acepte y las trate rápido en el Senado. Mañana Recalde se reúne con Pichetto.