El pasado miércoles 20 de noviembre, el vuelo LA8208 de LATAM viajó por primera vez de San Pablo a las Islas Malvinas, con escala en Córdoba. El viaje se mantuvo en suspenso hasta último momento por un dictamen del fiscal federal Jorge Di Lello, quien avaló una demanda contra el virtual “tratado” celebrado en septiembre de 2016 por los gobiernos de Mauricio Macri y de la entonces primera ministra,Theresa May. Señales del destino: el puente aéreo, sindicado en la demanda como parte de un plan urdido para favorecer a los intereses británicos en Argentina, se concretó el día de la Soberanía nacional. 

En su resolución, Di Lello afirmó que el vuelo forma parte de un pacto entre países que no pasó por el parlamento, como prescribe la “obligación institucional”. “Entiendo que el Poder Ejecutivo no puede seguir avanzando en la ejecución de acuerdos con Gran Bretaña que no cuenten con la aprobación del Congreso y los que ya efectuara deberán ser sujetos a investigación”, advirtió el fiscal.

El dictamen pone en tela de juicio contratos que el gobierno de Macri aceleró luego de las PASO, cuando se vislumbraba su inminente final. El lunes 7 de octubre, por caso, la secretaría de Energía oficializó permisos definitivos para la exploración y las garantías de explotación petrolera a empresas de capitales británicos como Tulow Oil y British Petroleum (BP) en áreas de la Cuenca Malvinas Oeste y la Cuenca Malvinas Austral.

En la Argentina, BP opera a través de Pan American Energy (PAE), el principal productor privado de hidrocarburos del país. La firma explota 3 mil acres en Vaca Muerta, una “joya” que también atrae a la corona británica.  

“Reino Unido usará financiamiento destinado a energía verde para apoyar el fracking en Argentina” reveló hace un mes el periódico británico The Guardian. Según el informe, el UK Export Finance, la agencia de crédito extranjera del gobierno británico, en 2017 ofreció garantías de préstamos de hasta mil millones de libras para ayudar a las empresas del Reino Unido a exportar su experiencia en «infraestructura, energía verde y atención médica» a la Argentina. Sin embargo, documentos oficiales obtenidos por la ONG Amigos de la Tierra revelaron un plan oficial para desviar esos recursos hacia petroleras que practican el “fracking”, una bomba de tiempo ambiental.

Un memorando gubernamental revelado por la ONG sostiene que, si bien el sector de energía limpia de Argentina está creciendo, son “los enormes recursos de esquisto los que ofrecen el mayor potencial” para el Reino Unido. Los registros relevaron al menos 13 reuniones entre autoridades británicas y las compañías petroleras con intereses en Vaca Muerta. Entre las firmas mencionadas están Shell, Andina Resources, Pan American Energy y Phoenix Global Resources, propiedad de la suiza Mercuria y los argentinos Daniel Vila y José Luis Manzano.

Según The Guardian, el desvío de fondos “verdes” hacia las petroleras hasta ahora fue “modesto”. “Una de las mayores provisiones ha sido por £ 346.000 para apoyar a la compañía del Reino Unido que trabaja con PAE (BP) -detalla -. Pero se espera que -los desembolsos- aumenten a medida que la floreciente industria argentina de esquisto bituminoso aumenta la producción”. 

El artículo sostiene que el desvío de dinero forma parte de los “acuerdos” anudados por el Reino Unido y la Argentina a partir del pacto de 2016. El mismo que habría posibilitado el vuelo a Malvinas, y las concesiones en pesca y explotaciones petroleras en el mar argentino que, según Di Lello, «deberán ser sujetos a investigación».