Se cumplieron 20 años de la desaparición forzada de Diego Duarte. Los hechos sucedieron el 15 de marzo de 2004, cuando el joven -junto a su hermano mellizo- fue a los basurales del Ceamse en busca de metales para poder venderlos y comprar zapatillas para empezar la escuela. Por eso, este viernes por la tarde dieron comienzo a una jornada en su memoria que se extenderá durante todo el mes, en “Casa de Elena y Salvador” ubicada en Gorriti 4301, en la localidad bonaerense de José León Suarez, partido de San Martín.

El joven ingresó al basural “con la intención de toda persona que se dedica al cirujeo; encontrar algo para comer y recoger algunos metales para poder vender”, explicó Alicia Duarte, hermana de Diego, que tenía apenas 15 años, a Tiempo. Aseguró que, “en esa ocasión, quería conseguir zapatillas para él y mi otro hermano, que lo acompañaba el día de su desaparición, justo al día siguiente empezaban las clases”.

La desaparición forzada

De repente los jóvenes se dieron cuenta que “era tarde y de noche e intentaron salir de los basurales, en ese momento fueron descubiertos por los policías que custodiaban el lugar, quienes les dieron la orden de alto entre amenazas e insultos”, reconstruyó Alicia. Por eso, Diego y su hermano se escondieron entre las montañas del basural, “los dos agentes pidieron que enciendan las máquinas que terminaron sepultando a mi hermano bajo toneladas de residuos”, denunció.

A 20 años de su desaparición forzada en manos de la Policía Bonaerense y la ausencia de una condena por parte del Poder Judicial sanmartinense: “Exigimos Memoria, Verdad y Justicia por Diego”, reclamó. También contó que en el marco de la conmemoración “se realizarán varias actividades durante todo el mes”.

Dijo que en la plaza del barrio “lo tenemos homenajeado, porque lleva su nombre y nos dedicamos a embellecer el lugar articulando con el área de Obras Públicas y también de Medioambiente de la Municipalidad de San Martín”. Con quienes tuvieron un almuerzo donde “charlamos sobre cómo vamos a seguir construyendo la memoria de mi hermano”.

En este sentido, “se realizarán recorridas por todas las escuelas del distrito contando el caso de Diego a los estudiantes, para que sepan sobre la historia de un chico que solo quería estudiar”, adelantó la mujer. Además, “confeccionamos un pequeño libro que narra su historia, hicimos todo a través de la organización popular”, finalizó.

Sobre el caso de Diego Duarte

Alicia Duarte migró desde la provincia de Formosa hace más de 22 años y se instaló en el barrio Costa Esperanza. Tiempo después lo hicieron sus dos hermanitos mellizos, Diego y Federico. Los chicos tenían la idea de progresar, por eso iban a los basurales de José León Suárez a buscar metales y algo que les sirviera para vender. Ambos tenían como objetivo comprar zapatillas para empezar la escuela. La desaparición física de Diego Duarte, de apenas quince años, se produjo durante la madrugada del domingo 15 de marzo de 2004. Ocurrió en el Ceamse que está ubicado sobre el Camino del Buen Ayre.

En esos tiempos, ingresar al basural estaba prohibido y los adolescentes eran perseguidos a tiros por los policías que custodiaban el lugar. Federico logró escapar y pudo reconstruir que su hermano corrió y se escondió entre las montañas de basura. También contó que fue aplastado por un alud de desperdicios que le arrojó encima un camión que volcó su carga donde Diego estaba escondido de los policías; desde entonces nunca más se supo de él. Para construir la memoria de su hermano, Alicia fundó en su barrio el “Centro Cultural Diego Duarte”. El espacio está destinado a brindar ayuda a los chicos y las chicas que padecen necesidades y quieren estudiar.