El Indec dará a conocer el dato de inflación de noviembre el próximo jueves. De acuerdo con los relevamientos privados, sería el sexto mes consecutivo de alza y el tercero con un número superior al 2%, lo que marcaría las dificultades del gobierno nacional para domar el ritmo de suba de los precios a pesar del dólar clavado, la demanda interna congelada y la emisión de moneda encorsetada. Las tres anclas no parecen funcionar del todo.

Este estado de cosas se transmitió en dos informes, el REM del Banco Central y el estudio de LatisFocus.

El Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) lo publica el Banco Central todos los meses en base a una encuesta a entre 30 y 40 consultoras y bancos que operan en la Argentina. El último informe, conocido a principios de esta semana, señaló que en noviembre el salto general de los precios en noviembre fue del 2,3 por ciento. El número equipara a la inflación que informó el Indec por el mes de octubre, pero el dato significativo es que los 46 consultados elevaron en conjunto 0,4 puntos porcentuales su pronóstico de un mes atrás. Es decir, noviembre no fue un mes de desinflación sino que, por el contrario, el ritmo de ascenso de los precios se aceleró.

Los analistas del REM observaron que la inflación de 2026 estará en torno del 20%, un nivel que duplica el que pronosticó el gobierno de Javier Milei en el proyecto de Presupuesto 2026, donde calculó en 10,1 por ciento. En algunos ambientes se aseguró que esa cifra era un «dibujo» que buscaba juntar dos opuestos: de un lado, la necesidad de dar una señal drástica de expectativas de inflación hacia abajo junto con un límite: prever una inflación de un dígito estaba por fuera de todas las posibilidades.

Diciembre también

Para los analistas del REM, la inflación de diciembre también estará por encima del 2 por ciento. Entre las consultoras que siguen la evolución de los precios, LCG subrayó un alza de los alimentos cuyo ritmo se está poniendo más frenético. «En las últimas cuatro semanas la inflación promedio se aceleró a 3,7% mensual y la inflación punta a punta volvió al 4% después de seis meses», indicó en su informe del último jueves. Ese mayor ritmo, dijo LCG, es acompañado por una mayor amplitud en la cantidad de rubros y productos que aumentaron sus precios en la última semana respecto de la semana anterior.

En tanto, la consultora Eco Go hizo una estimación más pesimista y calculó que el IPC de noviembre arrojará una suba del 2,5%, una cifra a la que se llegaría por el aumento en el rubro «alimentos y bebidas no alcohólicas» del 3 por ciento. El economista de Eco Go, Lucio Garay Méndez, explicó: «Carnes arrancó a subir fuerte a fines de octubre y por la ponderación que tiene, eso empujó bastante el nivel general. Además, (los precios) regulados vienen con incidencia alta también».

En Equilibria estimaron que el IPC nacional subirá hasta 2,5% impulsado por la dinámica de los precios regulados y el componente núcleo. En relación al primer ítem, impactaron las alzas en transporte público, tarifas de luz, gas y aguas y saneamiento, además de las verificadas en bienes y servicios semirregulados, como combustibles, prepagas y colegios privados. También destacó la suba en los alimentos, especialmente la carne.

La mirada global

En tanto, la plataforma LatinFocus, que recopila las proyecciones de más de 30 consultoras, bancos de inversión y agencias financieras internacionales, publicó un informe en el que surge que la estimación anual de inflación para Argentina en 2026 se ubica en 23 y para 2027 alcanza 15 por ciento. Es decir, el Palacio de Hacienda no podría mostrar en los próximos dos años una inflación de un dígito, un objetivo que buscan con ansías la Casa Rosada y el Palacio de Hacienda.

Los analistas consultados por LatinFocus dieron cifras levemente menores a las estimaciones que realizaron en octubre. Aunque la tendencia de las expectativas es decreciente, los analistas advierten que persisten riesgos sobre la estabilidad de precios, ligados a la dinámica política y a la capacidad del Gobierno para sostener el programa económico. Para este grupo de investigadores, los acuerdos políticos logrados por el presidente Javier Milei carecen de la fortaleza suficiente como para asegurar que su política de deflación continúe.

En paralelo, el informe subrayó que el rumbo cambiario e inflacionario dependerá en gran medida del «éxito o fracaso de Milei en impulsar reformas estructurales». En ese sentido, advirtió que un traspié en ese frente podría reavivar las presiones cambiarias y, en consecuencia, el impulso de los precios.  «