Mientras las familias argentinas se reúnen para una de las Navidades más austeras de las que se tenga memoria, el presidente Javier Milei optó por una puesta en escena digital para enviar un mensaje que, lejos de la concordia festiva, sonó a advertencia.
El mandatario hizo un balance de gestión cargado de triunfalismo y cerró el video que posteó con una frase que hiela la sangre de los sectores más vulnerables: “Abróchense los cinturones porque van a haber muchas más reformas”.
FELIZ NAVIDAD EN LIBERTAD
— Javier Milei (@JMilei) December 24, 2025
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El relato de la «estabilización más exitosa»
En un video que mezcló fragmentos de discursos y una estética de autocelebración, Milei repasó lo que considera los hitos de su primer tramo de gestión. Según el mandatario, su administración logró reducir el déficit fiscal consolidado de 15 puntos del PBI a cero, calificándolo como “el proceso de estabilización más exitoso de la historia”.
Sin embargo, el tono informativo del mensaje omitió el costo social de semejante ingeniería contable. Milei insistió en que su camino seguirá siendo el mismo: la poda sistemática del gasto y la promesa de una baja de impuestos que, por ahora, parece reservada a los grandes capitales. En un giro discursivo audaz, el presidente afirmó haber sacado a 12 millones de personas de la pobreza, una cifra que choca frontalmente con los indicadores sociales que la realidad cotidiana devuelve en cada esquina del país.

El orden, el «cepo» y la sombra del control social
El recuento oficial también destacó la eliminación definitiva del cepo cambiario y la reciente firma del acuerdo comercial bilateral con los Estados Unidos como los pilares de una nueva era. Pero donde más se sintió el tono autoritario del «fantasma de las Navidades presentes» fue en el área de seguridad.
El equipo presidencial se encargó de subrayar: la reducción a cero de las protestas sociales, interpretada por la gestión como un éxito de orden y no como el resultado de un protocolo de seguridad asfixiante. También la creación de la Dirección Federal de Investigaciones, enmarcada en una «guerra» contra el narcotráfico que sirve de estandarte para el Ministerio de Seguridad.

El país «violeta» y la amenaza del «hueso»
Con la mirada puesta en el triunfo electoral del pasado 26 de octubre, Milei se regodeó en el mapa teñido de violeta «de La Quiaca a Ushuaia». Aprovechó para pasar factura a la «casta» al mencionar la implementación de la Boleta Única de Papel (BUP), jactándose de haber tenido el «coraje» que otros gobiernos oficialistas no tuvieron.
Pero el espíritu navideño se disipó por completo en el tramo final. Tras invocar las «Fuerzas del Cielo» y soltar su habitual eslogan libertario, un corte de cámara devolvió al Milei más crudo. La promesa de ir «hasta el hueso» con un nuevo Congreso para convertir a la Argentina en el país «más libre del mundo» fue el preámbulo de su advertencia final sobre los cinturones.
En la cosmogonía de Milei, la Navidad no es un tiempo de tregua, sino de reagrupamiento para una ofensiva mayor. Para los ciudadanos que esperaban un mensaje de alivio, la respuesta del presidente fue clara: el invierno del ajuste no ha terminado; de hecho, lo más duro podría estar por venir.