Los trabajadores aceiteros enrolados en la Federación de Trabajadores del Complejo Industrial y Oleaginoso, Desmotadores de algodón y Afines (FTCYODYARA) junto con la Unión de Recibidores de Granos (URGARA) comenzaron este martes a las seis de la mañana un paro nacional en los puertos y fábricas de todo el país.

El reclamo compartido es el de la recomposición salarial. Por el lado de los aceiteros exigen el cumplimiento de la cláusula de revisión presente en su acuerdo paritario firmado en abril de este año en el que habían obtenido un 25% de aumento. Desde agosto a esta parte, sin embargo, las empresas se han negado a mejorar el acuerdo ya suscripto.

Desde la federación reclaman llevar el mínimo a $83 mil que hoy está fijado en $69 mil. El reclamo se fundamenta en el valor que establece la canasta familiar tal como destacan establece la Constitución Nacional.

Por el lado de los recibidores de granos aseguran que, el 25% de aumento obtenido en mayo, en su caso, forma parte de la paritaria anterior y que, en lo que se refiere al período vigente la propuesta es nula. 

Pablo Palacio, titular del sindicato, realizó un balance de la medida de fuerza que está llevando a cabo desde las 6 horas de hoy en todos los puertos del país y destacó el “alto acatamiento” que está teniendo. Por su parte manifestó la parte empresaria presentó “excusas” que muestran “que nunca tuvieron la intención de alcanzar un acuerdo paritario, sino que su único objetivo fue la dilatación continua de las negociaciones”.

Al mismo tiempo, el sindicato que comparte gran parte de las patronales con los aceiteros desmintió que el sector haya tenido pérdidas: “de acuerdo a datos oficiales en el primer semestre de 2020 se produjeron exportaciones récord, que conforman el 90% de sus ingresos. Si a ello le sumamos la baja en las retenciones en la soja y sus derivados, la devaluación del peso argentino y el hecho de que algunos commodities alcanzaron su precio más alto en años, el resultado dista muchísimo de ser el que sostienen”.

Además rechazaron la versión que señala que se niegan a negociar: “en todo momento URGARA manifestó su voluntad de negociación. Comprendimos siempre la situación económica del país y contribuimos a la paz social. Acatamos dos conciliaciones obligatorias y llevamos adelante dos conciliaciones voluntarias a la espera de un ofrecimiento serio por parte de los empresarios, ofrecimiento que nunca llegó.”