El empresario cuyas denuncias de corrupción pusieron contra las cuerdas al presidente brasileño, Michel Temer, acusó este sábado al mandatario de ser «el jefe de la mayor y más peligrosa organización criminal» de Brasil. Este obviamente lo negó, atribuyó el virulento comentario a una represalia por medidas de su gobierno que frustraron un negocio del acusador y anticipó que lo demandará ante la justicia.
«Temer es el jefe de la organización criminal que actúa en la Cámara (Baja)», dijo Joesley Batista, uno de los dueños de la multinacional cárnica JBS, en una entrevista publicada en la edición del semanario Época que comenzó a circular este sábado.
El empresario, que ayer ratificó su denuncia ante la Policía Federal, aseguró que la mafia integrada por políticos le exigía permanentemente el pago de sobornos y de donaciones ilegales a campañas electorales a cambio de favores para sus empresas o para no dificultar sus negocios.
Según Batista, el grupo era liderado por el actual mandatario; por el ex presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, que hoy purga condena por corrupción, y por cercanos colaboradores de Temer como los ex titulares de Turismo Henrique Eduardo Alves -también detenido-, de la Secretaría de la Presidencia Geddel Vieira Lima, y los actuales ministros de la Presidencia, Eliseu Padilha, y de la Secretaría General de la Presidencia, Wellington Moreira Franco.
«Quien no está preso (de los miembros del grupo), está en (el palacio presidencial de) Planalto. Ese grupo es muy peligroso. No se puede pelear con ellos», afirmó Batista en la entrevista.
El propietario agregó que no podía complacer todos los pedidos de los políticos, porque ellos «no tienen límites» para exigir el pago de sobornos por cualquier cosa.
Batista relató que se aproximó a Temer en 2009 y que desde entonces recibió pedidos de recursos por parte del mandatario, con quien dice haber tenido «una relación institucional» ya que el presidente era la vía para «resolver problemas» en sus negocios.
«Creo que él me veía como un empresario que podía financiar sus campañas y hacer arreglos que podrían rendirle coimas», aseguró el propietario de la JBS, quien dijo que Temer lo llamaba cada vez que necesitaba recursos tanto para asuntos políticos como personales.
Sin embargo, a poco de conocerse la entrevista Temer calificó las acusaciones en su contra como una represalia del empresario, por el hecho de que su gobierno le frustró un gran negocio a JBS.
En un comunicado divulgado por la Presidencia, Temer afirmó que la decisión de su gobierno de impedir que Batista trasladara a Irlanda el domicilio fiscal del gigante cárnico JBS le causó millonarias pérdidas y le impidió evadir la Justicia brasileña.
«Era un excelente negocio para él, pero pésimo para el contribuyente brasileño. Por causa de esa decisión, la familia Batista tuvo sustanciales pérdidas en la bolsa de valores y seguía al alcance de las autoridades brasileñas. Tenían millones de razones para odiar al presidente y a su gobierno», afirmó el gobernante en un extenso comunicado.
Según el mandatario, las acusaciones supuestamente infundadas le permitieron a Batista negociar un acuerdo de cooperación con la Fiscalía que le garantizó el perdón de todos sus delitos, que sumarían «2.000 años de prisión», y salvar su fortuna.
«El señor Joesley Batista es el bandido notable de mayor éxito en la historia brasileña. Consiguió enriquecerse con prácticas por las cuales no responderá y mantiene hoy su patrimonio en el exterior con el aval de la Justicia… Obtuvo el perdón por sus delitos y ganó un plazo de 300 meses para devolver el dinero de corrupción que lo hizo billonario, y con intereses subsidiarios», afirmó Temer.
«Le imputa a otros sus propios crímenes y preserva a sus reales socios», agregó el gobernante al insinuar que Batista se enriqueció gracias a los negocios que le facilitó el entonces presidente Luiz Inácio Lula da Silva, contra el que ha hecho acusaciones menores.
Temer dijo que adoptará todas las medidas judiciales posibles para defenderse de las acusaciones de Batista.
«El lunes serán presentadas demandas civil y penal contra él. Sus mentiras serán comprobadas y será buscada la debida reparación financiera por los daños que causó. El gobierno no será impedido de investigar y responsabilizar al señor Joesley Batista por todos los crímenes que practicó», concluye el comunicado.