Al menos 13 personas murieron hoy por dos explosiones, una de ellas en las inmediaciones del estadio del club de fútbol Besiktas, en Estambul, después de la finalización del partido que enfrentaba al equipo de la ciudad contra el Bursaspor, según confirmó el ministro del Interior, Suleiman Soylu.
«Según nuestras estimaciones, hubo dos explosiones», la primera «muy cerca» del estadio del equipo de fútbol de Besiktas y la segunda, «que parece que fue obra de un kamikaze», en el parque vecino de Maçka, precisó Soylu, en declaraciones a la prensa.
Las autoridades turcas están convencidas de que se trata de un atentado terrorista contra las fuerzas de seguridad. «La bomba estalló en el lugar donde se encontraban nuestras fuerzas de Policía», indicó el ministro.
Soylu confirmó que hubo dos explosiones e indicó que se estima que al menos una fue causada por un atacante suicida, pero no atribuyó la responsabilidad a ninguna organización.
Tanto el presidente del país, Recep Tayyip Erdogan, como el primer ministro turco, Binali Yildirim, fueron informados del incidente y están en permanente contacto con las fuerzas de seguridad en la escena del ataque.
Según el ministro del Interior, un coche bomba estalló cerca de una furgoneta de las fuerzas especiales de la policía, ubicado cerca del estadio donde algo más de una hora antes se había disputado un partido del Besiktas contra el Bursaspor.
Un gran número de ambulancias acudió al estadio, donde la policía tomó medidas de seguridad y acordonó la zona.
Rumores no confirmados dieron cuenta de tiroteos en zonas cercanas, atribuidos luego a la propia policía, han sembrado el pánico en Estambul.
El estadio del Besiktas se halla a apenas 500 metros de la céntrica plaza de Taksim, donde se ubican numerosos hoteles, también en estado de máxima alerta. Las imágenes de la televisión turca han mostrado varias columnas de humo, con algunos focos de llamas, cerca de las instalaciones.