Autoridades de la Unión Europea (UE) y la ONU y referentes de la política estadounidense expresaron este miércoles su alarma ante la posibilidad de que el presidente Donald Trump decida retirar a Estados Unidos del Acuerdo de París sobre el cambio climático.

Si bien la Casa Blanca no lo confirmó, varios medios estadounidenses que citaron a funcionarios afirmaron que Trump abandonará, al parecer esta semana, el acuerdo firmado por su antecesor, Barack Obama, una decisión que profundizaría el aislacionismo y sería un importante triunfo del ala más radical de su gobierno.

El sábado pasado, en la cumbre del G7 en la ciudad italiana de Taormina, los líderes de los países más industrializados instruyeron a Trump sobre los detalles del acuerdo alcanzado en 2015 para frenar el calentamiento del planeta mediante una reducción voluntaria de sus emisiones de dióxido de carbono.

Al término del encuentro, el mandatario estadounidense se negó a firmar un comunicado de apoyo al pacto que sí suscribieron los demás líderes del G7, aunque se comprometió a tener una respuesta para esta semana.

La noticia sobre la posible decisión de Trump provocó reacciones inmediatas en el mundo.
La ONU publicó hoy en su principal cuenta de Twitter una declaración de su secretario general, António Guterres, quien dijo que «el cambio climático es innegable. El cambio climático es imparable».

El temor a la salida de Estados Unidos llevó además la Unión Europea (UE) y a China a cerrar filas.

«El acuerdo va a continuar aunque Estados Unidos se retire», aseguraron fuentes europeas un día antes de reunirse en Bruselas para aprobar un comunicado de apoyo al acuerdo global para limitar las emisiones de gases de efecto invernadero, informó la agencia de noticias EFE.

El primer ministro chino, Li Keqiang, ya está en Berlín y viajará mañana a Bruselas para reunirse con los presidentes de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, y del Consejo Europeo, Donald Tusk, antes de celebrar una sesión y una comida conjunta, el viernes.

Durante la campaña para las elecciones del año pasado, Trump llegó a afirmar que el calentamiento global era un «invento chino» para restar competencia a Estados Unidos y nombró al frente de la Agencia de Protección Medioambiental a Scott Pruitt, un escéptico del cambio climático.

En ese contexto, Beijing y Bruselas redoblaron los esfuerzos para coordinar una respuesta conjunta y llenar el espacio que la salida de un socio del tamaño de Washington podría generar.

«El mundo puede contar con Europa para mantener el liderazgo en la lucha climática global», aseguró hoy en Twitter el comisario europeo de Energía y Acción Climática, Miguel Arias Cañete, quien remarcó que junto a China «respaldarán y defenderán París».

Por su parte, Juncker, afirmó que Europa tiene la «obligación» de dar una respuesta clara y lamentó que a Trump sólo le interese su visión de «Estados Unidos primero», el eslogan de campaña del republicano.

«Si Trump saca a su país de París, entonces es una obligación de Europa decir que así no puede ser», manifestó Juncker al intervenir en un foro organizado por la patronal alemana BDA en Berlín, y afirmó que Bruselas debe posicionarse «de manera resuelta».

Además, recordó que el fin de semana pasado, en Taormina, los líderes de la UE trataron de hacerle entender a Trump que abandonar el Acuerdo de París supone un proceso que dura tres años.

«Parece que no lo hemos logrado», lamentó el político francés antes de señalar a que, en su opinión, el presidente de Estados Unidos no leyó los documentos del Acuerdo de París.

La decisión, todavía no oficializada, de abandonar el pacto internacional también generó reacciones dentro de Estados Unidos. La líder de la bancada demócrata en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, habló de una «pasmosa abdicación del liderazgo estadounidense y una grave amenaza al futuro de nuestro planeta».

El senador y ex precandidato presidencial demócrata Bernie Sanders calificó de «terrible error» abandonar el pacto, durante la presentación de su libro Our Revolution, en Berlín. Sanders aseguró que los estadounidenses no creen que el cambio climático sea un engaño sino una realidad causada por la actividad humana y expresó su «indignación» por la imagen que el gobierno de Estados Unidos está mostrando de sí mismo ante el mundo.

Pero la presión de Pelosi, Sanders, la ONU y la UE choca de frente con la ofensiva que un grupo de senadores republicanos inició la semana pasada para obligar al mandatario a abandonar el Acuerdo de París, al que consideran una amenaza para la economía estadounidense.

El lunes pasado, el senador por Texas y ex precandidato presidencial Ted Cruz advirtió a Trump que limitar la emisiones de dióxido de carbono es nocivo para el desarrollo de la industria y la economía.

Previamente, un grupo de senadores del mismo partido envió una carta al mandatario en la que le recordaron su promesa electoral de abandonar el acuerdo sobre el clima y remarcaron que la permanencia dentro del pacto le impedirá eliminar las regulaciones impuestas a la industria para proteger el medioambiente.