El Complejo Museográfico «Enrique Udaondo», ubicado a metros de la Basílica de Luján, fue el escenario elegido por el presidente Mauricio Macri para recibir hoy al presidente electo Alberto Fernández antes de participar de la misa convocada por el titular de la Conferencia Episcopal Argentina, monseñor Oscar Ojea.

«Austeridad jesuita», se escuchó decir en el salón a un dirigente que desató la risa del resto cuando observó que en las mesas solo había agua fresca.

Minutos antes de las 11, hora en que comenzaría la misa, llegó Fernández acompañado por su pareja, Fabiola Yañez, y caminó rumbo al salón, pero en el camino encontró a Lavagna, con quien intercambió unas palabras y un fuerte abrazo antes que personal de ceremonial le indicara que Macri lo esperaba en otro de los salones del Museo, con dos granaderos de custodia.

Tras intercambiar un saludo a puertas cerradas, Macri, Fernández y sus respectivas parejas caminaron por un pasillo vallado que los separaba de los peregrinos que participaron de la misa, y ocuparon el centro de la primera fila. La celebración religiosa se hizo en la calle, con un escenario montado de espalda a la Basílica.

Al finalizar la misa por la «paz y la unidad», Alberto Fernández dijo que «llegó el momento de estar juntos para siempre» y que «el secreto no es pensar igual sino respetarnos». Abordado por periodistas a la salida de la ceremonia, Fernández sostuvo también que la Iglesia ha hecho «un enorme esfuerzo para unir a los argentinos» desde la llegada del papa Francisco y valoró la invitación a la ceremonia de este mediodía.

En el comienzo de la misa hubo un momento de tensión cuando desde atrás del escenario se escuchó gritar a un grupo de «celestes» consignas contra el aborto, sin que la situación llegara a mayores.

A lo largo de la homilía, en varias oportunidades Macri buscó a Fernández para hacerle alguna acotación al oído. El momento de las ofrendas tomó por sorpresa a los dirigentes políticos que algo torpemente empezaron a sacar las billeteras de los bolsillos para depositar dinero en las alcancías.

Cuando llegó el momento de dar el saludo fraternal de «la paz», Fernández y Macri se abrazaron y se dieron el tradicional beso, y luego el presidente electo rompió el protocolo y fue hacia una de las vallas para saludar a la gente que estaba del otro lado. Posó para las fotos y hasta le puso su autógrafo a la fotocopia de un Código Penal que una joven estudiante de derecho le pidió que le dedicara.

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Presencias y ausencias

La misa por la «unidad y la paz» convocada hoy por el titular de la Conferencia Episcopal Argentina, monseñor Oscar Ojea, reunió también a gobernadores, senadores y diputados, líderes políticos, sindicalistas y movimientos sociales, y también a los representantes de otras religiones allí presentes.

En el centro de la primera fila se ubicaron Macri y Fernández y sus parejas -Juliana Awada y Fabiola Yañez, respectivamente-, flanqueados ambos por funcionarios del actual gobierno como ministros del gabinete que sumirá el próximo martes.

Del lado de Macri se ubicaron el jefe de Gabinete, Marcos Peña; los ministros de Interior, Rogelio Frigerio, y de Producción y Trabajo, Dante Sica; la vicepresidenta Gabriel Michetti; y el senador nacional, Federico Pinedo.

Por el lado de Fernández estuvieron su futuro jefe de Gabinete, Santiago Cafiero; el ex ministro de Economía, Roberto Lavagna; los futuros funcionarios Gustavo Béliz (secretario de Planeamiento Estratégico), Marcela Losardo (ministra de Justicia), Felipe Solá (Canciller) y Daniel Arroyo (Ministro de Desarrollo Social); y los sindicalistas Hector Daer y Ricardo Pignanelli.

También se sentaron en las primeras filas la plana mayor de ministros del gobierno saliente: Oscar Aguad (Defensa), Alejandro Finocchiaro (Educación), Carolina Stanley (Desarrollo Social y Salud), Jorge Faurie (Relaciones Exteriores), Andrés Ibarra (vicejefe de Gabinete); Gustavo Lopetegui (Energía), Guillermo Dietrich (Transporte), Germán Garavano (Justicia), Hernán Lacunza (Hacienda y Finanzas), Luis Miguel Etchevehere (Agroindustria), Alfredo Abriani (Secretario de Culto) y Patricia Bullrich (Seguridad).

Por el lado del Frente de Todos estuvieron también los futuros ministros Nicolás Trotta (Educación), Gabriel Katopodis (Obras Públicas) y Mario Meoni (Transporte), además de los futuros secretarios General de la presidencia y de Culto, Julio Vitobello y Guillermo Oliveri, respectivamente, como los legisladores Eduardo Valdés y Jorge Taiana, entre otros.

Además se hicieron presentes el líder de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (Ctep), Juan Grabois; la titular de la Oficina Anticorrupción, Laura Alonso; el senador nacional y ex ministro de Educación, Esteban Bullrich; el diputado nacional por Consenso Federal, Alejandro «Topo» Rodríguez; y el futuro ministro de Ambiente, Juan Cabandié.

No participaron de la reunión la vicepresidenta electa, Cristina Fernández, la gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, ni su sucesor, Axel Kicillof, como tampoco el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta.