Todo puede pasar en el mismo día en la convulsionada Venezuela. Por la mañana, un extraño ataque al Parlamento que dejó varios legisladores heridos, del oficialismo y de la oposición.

Por la tarde, ese mismo Parlamento sesionó y, con los votos de la mayoría anti chavista, aprobó la convocatoria a un referendo popular para el domingo 16 de julio, donde los venezolanos expresen su apoyo o su rechazo a la Asamblea Constituyente impulsada por el presidente Nicolás Maduro.

Ayer nomás, Maduro ya había manifestado que su gobierno no acataría ningún llamado a plebiscito por considerarlo inconstitucional, y aclaró que el Consejo Nacional Electoral es «el único poder que puede organizar cualquier proceso de votaciones”.