La AFIP ya tiene resuelto devolver en cinco cuotas, a cobrar con los sueldos de julio a noviembre inclusive, las sumas retenidas en concepto de Impuesto a las Ganancias a los trabajadores en relación de dependencia con sueldos inferiores a los $ 150 mil por mes. Esto pondrá en los bolsillos de la clase media unos $ 40 mil millones extra en el segundo semestre del año.

El camino administrativo para esos reintegros quedó allanado con el decreto 336/21, fechado el lunes último. La norma, publicada en el Boletín Oficial, entrega precisiones sobre la ley 27.617, que subió el piso a partir del cual los empleados en relación de dependencia están alcanzados por el tributo.

Entre otros detalles, el texto reglamenta la exclusión del aguinaldo en el cálculo de la base imponible, la eliminación del tope de deducción por hijos con discapacidad y la inclusión como deducciones de los gastos por compras de herramientas educativas para los hijos. El decreto también reconoce la figura del concubino dentro de las cargas de familia. Además, en vistas de la crisis sanitaria, se excluirán hasta septiembre los pagos de horas extras o guardias al personal del sistema de salud.

Cumplido ese paso y como la ley es retroactiva al 1 de enero, resta que la AFIP emita las resoluciones para que los beneficiarios de la ley puedan recuperar las sumas que les retuvieron en lo que va del año. El efecto será doble: el trabajador recibirá la devolución de esos montos y además verá incrementado su haber final porque se le dejará de practicar el descuento en el sueldo. El mismo régimen se aplicará a los jubilados que cobren menos de ocho sueldos mínimos ($ 188.352).

 De acuerdo a cálculos preliminares, un trabajador con un sueldo bruto de 100 mil pesos (neto de 83 mil, luego de los descuentos previsionales) tendrá una mejora de $ 1.166 por mes, equivalente al 1,4% de su sueldo en mano, de los cuales $ 583 corresponden a que se le deja de retener el impuesto y otro tanto a la devolución de lo pagado hasta ahora.

En el otro extremo de la escala, un empleado con un sueldo bruto de 150 mil pesos (124.500 netos) cobrará $ 19.280 adicionales, la mitad por el cese de la retención y la otra mitad por el reintegro retroactivo. Es el 15,5% de su haber líquido.

El gobierno cree que los $ 40 mil millones de costo fiscal de la medida ayudarán a reimpulsar la economía, a la vez que significan un guiño a la clase media justo en una época electoral, con primarias en septiembre y elecciones legislativas en noviembre. La menor recaudación que generará la modificación será más que compensada por una ley complementaria, que incrementa las alícuotas para grandes empresas, las que a partir de este ejercicio volverán a tributar el 35% de sus ganancias.