El primer ministro de Australia, Anthony Albanese, confirmó este lunes que su gobierno reconocerá al Estado de Palestina durante la Asamblea General de Naciones Unidas en septiembre, como parte de un “esfuerzo global coordinado” para impulsar la solución de dos Estados al conflicto palestino-israelí.

Albanese defendió la decisión como la mejor vía para “romper el ciclo de violencia en Medio Oriente y poner fin al conflicto, el sufrimiento y la hambruna en Gaza”. “Este conflicto, que se ha prolongado durante tanto tiempo, creo que los australianos quieren que termine. Y sólo se podrá poner fin cuando israelíes y palestinos puedan vivir en paz y seguridad”, sostuvo.

El mandatario apuntó contra su par israelí, Benjamin Netanyahu, por la política hacia los territorios palestinos, tanto en Gaza como en Cisjordania. Señaló que la situación en el enclave costero “superó los peores temores del mundo” y remarcó que se necesita una solución política, no militar. Además, acusó al gobierno israelí de expandir asentamientos ilegales, tolerar la violencia de colonos, amenazar con la anexión y promover el desplazamiento forzoso de palestinos, lo que –advirtió– podría dejar fuera de alcance la solución de dos Estados “para toda una generación”.

Actualmente, 145 de los 193 Estados miembros de la ONU ya reconocen o planean reconocer a Palestina, entre ellos Reino Unido, Francia, Canadá y Australia, que lo anunciaron recientemente.

Familiares de rehenes israelíes anuncian protestas

Paralelamente, familiares de los rehenes israelíes retenidos por Hamas convocaron a una protesta nacional para el próximo domingo, en rechazo al plan del gabinete de seguridad de expandir la ofensiva militar y ocupar la ciudad de Gaza.

“Paralizaremos el país para salvar a los soldados y a los rehenes”, dijeron en Tel Aviv, con el apoyo del “Consejo 7 de octubre”, que agrupa a familiares de militares muertos en las primeras etapas de la guerra. El plan, anunciado el viernes, recibió duras críticas de las familias de los 50 rehenes que permanecen en Gaza –20 de ellos presumiblemente vivos–, quienes alertaron que la nueva ofensiva podría ponerlos en peligro y condenarlos a muerte.

GS con información de NA y Europa Press