A mediados de los años cincuenta, Allen Ginsberg vio a las mejores mentes de su generación destruidas por la locura, histéricos famélicos muertos de hambre arrastrándose por las calles. Cuarenta años después de su Aullido germinal, el santo patrono de la poesía beat hizo bailar a los muertos en su Balada de los esqueletos.
El poema de largo aliento fue publicado en 1995 por la revista The Nation. Poderoso retrato de los años duros del neoliberalismo, sus miserias y contradicciones. Una canción-manifiesto tardío y brutal que vio la luz un año antes de la muerte de Ginsberg; canto del cisne negro que, un poco lejos de la euforia beat, desnuda el alma en descomposición de los Estados Unidos y más allá. Y tiene ecos de nuestro presente. Lean: “Dijo el esqueleto del gobernador / Se cierran comedores escolares. / Y dijo el esqueleto del alcalde / Y de postre, recortes populares”.
Traducido por Andrés Neuman y acompañado por los grabados del gran José Guadalupe Posada -el artista cumbre de los difuntos mexicanos-, el libro acaba de ser editado por La Bella Varsovia. Danza macabra, divertida, alucinante del sistema que destruye. El lado oscuro al que hay que darle pelea. No se olviden, que calavera no chilla.

Toco con Paul
La historia es conocida. En 1996, Ginsberg tenía 70 años, andaba mal de salud, con la parca a cuestas. Impulsado quizá por la urgencia de cantar unas últimas verdades, y a pesar de sus escasas apariciones públicas durante aquel período, el poeta se lanzó a un gran proyecto final: el de musicalizar, en colaboración con Paul McCartney y Philip Glass, los versos de Balada de los esqueletos.
Unieron fuerzas y lo presentaron en el Royal Albert Hall. Recuerda Ginsberg de la alquimia: “Paul se presentó a las 5 de la tarde para la prueba de sonido y compró un palco para su familia. Reunió a todos sus hijos, cuatro de ellos, y su esposa, y estuvo sentado toda la noche de poesía, y no dijimos quién iba a ser mi acompañante. Lo presentamos al final de la velada, y luego el rugido se elevó en el piso del Albert Hall, y tocamos la canción”. Poco después grabaron la Balada y Gus Van Sant dirigió el video. “Es lo más cerca que estaré de ser un beatle”, confesó Ginsberg. Será cuestión de darle Play y mover el esqueleto.
Tres poemas del libro
Said the Miltary skeleton
“Buy Star Bombs”
Said the Upperclass skeleton
“Starve unmarried moms”
Dijo el esqueleto militar:
¡Bombas en las fronteras!
Y dijo el esqueleto de la clase alta:
No alimentemos a las madres solteras.
***
Said the Gnostic skeleton
“The Human Form’s divine”
Said the Moral Majority skeleton
“No it’s not it’s mine”
Dijo el esqueleto gnóstico:
La materia humana es divina.
Y dijo el esqueleto de la moral común:
Es de quien la domina.
***
Said Nancy’s skeleton
“Just say No”
Said the Rasta skeleton
“Blow Nancy Blow”
Dijo el esqueleto de Nancy Reagan:
No a las drogas.
Y dijo el esqueleto rastafari:
¡Sopla, Nancy, te ahogas!