Blues Motel cumplió 35 años de rock and roll y los festeja con un show en Niceto el sábado 4 de mayo. “Festejamos los 20, 25, los 30: nos parece que a partir de 20 una banda tiene cierta trayectoria se hace importante y está bueno festejarlo con el público”, dice Gaba Díaz, frontman de la banda que conforma junto con Adrián Herrera (guitarra eléctrica), Ariel Herrera (bajo), Sebastián Voyatjides (teclados), Nacho Piedrabuena (guitarra eléctrica) Pucho Led (batería). “Vamos elegir rockanroles bien movidos para que bailen, muevan el cuerpo, salten, hagan pogo; queremos que sea un show así”, resume las intenciones para la presentación en esa fecha. 

Eso es para los números redondos. Pero cada 19 de marzo, día del primer show en 1989, la banda se junta “a comer un asado, una parrillada, a veces algún show que coincide con esa fecha: la pasamos bien en la convivencia y bueno, es un logro también año a año seguir juntos, tener proyectos, gestionar shows, gestionar discos, entonces le damos valor por ese lado”.

En definitiva tener ganas. “Tenés ganas cuando estás bien en la convivencia de la banda, cuando valorás las opiniones de todos o cuando tenés algo que te mueve como un proyecto, un disco o un show importante o una gira”. Es que Blues Motel -al menos sus integrantes- no sólo respiran dentro del mundo de la música. “No somos una banda con súper difusión o súper conocida, estamos en un segundo plano como en una segunda división dentro del rock. Y nos conformamos con eso. No somos Guasones ni Ciro y los Persas porque en su momento nos fuimos de una discográfica y decidimos seguir una carrera independiente, sabiendo que íbamos a perder esos beneficios de estar en una discográfica, que es la que pone la plata para la pauta y la rotación de los temas en la radio, que es lo que genera que le empiece a gustar a la gente y más adeptos. Pero más allá de eso hacemos otras cosas porque decidimos mantener una familia. La mayoría estamos casados y con hijos y para tener cierta seguridad y sostener esa familia necesitas tener un laburo estable. Que con la música en cierto momento tuvimos que decidir si le poníamos todo a la música y no cobrábamos mucha guita, o empezar a agarrar laburos para sostener a la familia y seguir con la música por un lado más tranquilo.”

Las razones

También entre las razones hay lo que quedó como una anécdota: “Para el segundo disco nos dieron un presupuesto de 30 mil pesos/dólares y nosotros sin saber, sin estar duchos en el tema, en la situación, usamos 28 mil para grabar, producir bien el disco en uno de los mejores estudios, nos deliramos 20 días o un mes de grabación, y nos quedaron dos mil para difundir los temas. Cuando en realidad tendríamos que haber hecho al revés grabar con cinco mil y rápido, frescos, en un estudio no tan caro, y los 25 restantes dedicárselos a la difusión.”

El rock garage que practican estallaba en aquel tiempo en el que Blues Motel se metía en la escena. Un rock más emparentado con la negritud que supieron representar excelsamente Los Rolling Stones en sus ‘60 y ‘70. “El nombre es por eso: nos gustaban todas esas bandas inglesas: los Who, Zeppelin, los Stones, incluso los Beatles en su primera parte, Cream, Fleetwood Mac en la primera etapa; escuchábamos mucho esas bandas inglesas que ponían de nuevo en un primer plano al blues americano, sin ser bandas del blues.” 

El camino elegido se mantuvo, pero mientras lo anduvieron hubo tentaciones para abandonar ese estilo de rock garage. “Otra cosa no sabemos hacer y tampoco nos gusta”, resume sin máxima alguna, sí con honestidad. “En algún momento nos planteamos: no hagamos más rock tan pesado, tan fuerte, con las guitarras tan distorsionadas, hagamos algo más hacia la canción, que es a donde se vuelcan la mayoría de las bandas. Hubo como una andrescalamarización de la música. Nosotros nos sentamos. mordimos ahí un poquito el polvo (ríe), pero estamos tratando de no caer tanto en eso, de mantenernos con canciones más bien rockeras, bluseras o folk.” 

Los fans dicen preferir a la banda en vivo, algo a lo que Díaz adhiere sin desmedro de las búsquedas en estudio. “Desde que aprendí a tocar la guitarra a los 10, 11 años, una vez que sabía los primeros acordes y empezaba a tocar covers, me sentía muy seguro y veía que la gente me escuchaba. Viajaba mucho con mi viejo en trenes y también tocaban fogones. Y mantenía la audiencia media hora, cuarenta minutos. La autoestima la tenía siempre arriba y confiaba en los recursos que tengo ya sea para moverme, en lo gestual, la voz. Y creo que siempre lo transmití en la banda en el escenario. En escenario se suma que me gusta bailar, me gusta moverme, todo lo que hace un frontman. No para hacerme el langa sino porque entiendo que es un recurso muy fuerte desde mi rol eso de contagiar energía. Y mis compañeros tienen lo suyo y se apoyan en eso: todos disfrutamos de esa energía de show y la esperamos show a show.”

Por supuesto que el encuentro con Mick Jagger en 2016 “fue una experiencia de las más lindas. Como estar con Maradona, el Papa, Paul McCartney, son de las personalidades de las más grandes”. Dice que recién cayó al otro día cuando volvió a ver el video, y sus hijos (que también son músicos) “hasta el día de hoy viven con orgullo tener un papá que se juntó con Jagger”.

“Show crudo, bien garage” es lo que hoy promete para el 4 de mayo. “No va a haber invitados, y si hay pantalla todavía no sabemos si la vamos a usar porque queremos que la atención esté puesta sobre lo escénico. Lo mismo que las luces, que va a ser un gran show. Todo va a estar en función de la energía de la banda, de cada uno de los integrantes, de la sumatoria, que siempre genera algo más. Y con el público: la relación con el público siempre tiene que ser fluida. Por eso vamos a elegir hits, las canciones que cantan y hacen mover.”  

Blues Motel

Presenta un show histórico festejando 35 años de carrera. Sábado 4 de mayo, 20 horas, en Niceto Club, Niceto Vega 5510.