El viernes a la noche repicó resonó uno de los primeros ecos de la declaración del ex titular de la Cámara de la Construcción Carlos Wagner por “la causa de los cuadernos”, en la que el ex chofer Oscar Centeno asegura haber transportado dinero en efectivo como coimas para el kirchnerismo. El juez Claudio detuvo al ex titular de la UIA Juan Carlos Lascurain y al empresario Raúl Vertúa.
Wagner habría dado detalles de cómo funcionaba el pago de sobornos de la obra pública que llevaron al juez Bonadio a dichas detenciones. El arrepentido Wagner declaró ante el fiscal Stornelli y Bonadio que las compañías debían entregar como coimas los adelantos de obra que pagaba el propio Estado nacional. Los montos del adelanto oscilaban entre el 10 y el 20% del total de la obra.
Bonadío, además, ordenó la detención de los exfuncionarios Claudio Uberti y José María Olazagasti.
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El jueves, luego de su declaración ante el juez, el industrial Lascurain participó de un fuerte altercado con periodistas y luego expresó: “Le dije al juez que no tengo nada que ver en absoluto con esta gente. Cómo no voy a colaborar con la justicia si vine acá a declarar”. Además, en ese momento, antes de ser detenido había expresado: “No me voy a arrepentir porque no tengo nada de qué arrepentirme”. Sin embargo, luego de la declaración Carlos Wagner, Bonadio volvió sobre su decisión y ordenó las detenciones.
Claudio Uberti aparece citado en las fotocopias de los cuadernos como dueño de una propiedad a la que el chofer de Roberto Baratta iba a retirar dinero. Además de dictar la detención, el juez dispuso que se allanara su domicilio. En 2012, Uberti había sido sobreseído en la causa por el intento de ingreso ilegal de una valija con 800 mil dólares por parte del empresario venezolano Guido Antonini Wilson en 2007.