BorgesPalooza 2025: vuelve el festival que desacraliza a Borges

Jorge Luis Borges sonríe sacando músculos sostenido por una multitud. Lleva zapatillas blancas y transpira una remera sin mangas, como si estuviera en un pogo de rock. Esa es la imagen -o intervención gráfica- que abre la web oficial de Borges Palooza el festival literario que expande la figura del escritor para las nuevas generaciones: la 7° edición transcurrirá del 1 al 7 de septiembre en diversas sedes bajo el lema #InvasiónBorges, para difundirlo “por las calles y las redes, colectiva y simultáneamente”. El agite por Borges no tiene límites.

¿Cuántas imágenes registra el BorgesPalooza desde que lo inició en 2020 el escritor y gestor cultural Daniel Mecca? ¿Cuántos se acercaron a Borges gracias a él? Siete años después, el BorgesPalooza sigue brillando como un espacio de encuentro y experimentación, sin solemnidad, alrededor del mítico narrador, ensayista y poeta. Y este año será también libre y gratuito, con actividades múltiples y una noticia: “La apertura del festival no estará a cargo de una figura literaria, sino del gran protagonista de la literatura: el lector y la lectora”.

Y el BorgesPalooza remata en su web: “Gracias por borgearla una vez más”. La acción #InvasiónBorges -para que todos compartan online contenido alusivo- es una referencia a la película Invasión, coguionada por Borges y Bioy Casares , y que se proyectará en esta 7° edición para ampliar las visiones, preguntas y goces alrededor de la figura -tan local y universal- de Jorge Luis Borges.

También habrá una jam de lectura, entrevistas, charlas, recorridos literarios y más ideas ingeniosas para todas las edades. Dice Mecca: “Tratamos de que el BorgesPalooza pueda seguir sucediendo año a año para interpelar a todos”.

Así, el festival “persiste en la idea de desacralizar a Borges y correrlo del lugar de una figura religiosa -amplía el gestor cultural y también poeta-. El BorgesPalooza busca abrir el juego para que lo leamos: para sumar más misterios, más puertas y más laberintos en torno a él”. ¿Qué aprendió o confirmó Mecca gracias al encuentro? “Que leer a Borges es una lección de literatura, y, por lo tanto, escuchar a quienes lo han leído profundamente es una continuidad de esa lección. Ya pasaron más de 35 invitados de diferentes disciplinas y con cada uno aprendí diversos modos de leer a Borges”.

Esa operación es reveladora: “Seguimos leyendo a Borges porque, en algún punto, él nos sigue leyendo a nosotros: todo el tiempo nos escribe una nueva manera de leerlo. Y nunca aburre”. Y también es una certeza de cara al público juvenil: “Cuando uno halla el registro de las nuevas generaciones puede transmitir a Borges de una manera no forzada: hay rastros en él que son los mismos de la juventud. Así, los chicos pueden dejar de ver a Borges como un viejo en blanco y negro que caminaba a bastonazos, para verlo como un tipo que, por ejemplo, con los universos paralelos, flasheaba en colores”.

Borges Palloza, actividades alrededor de Borges

Podrá ser el Borges cuchillero, el de los poemas, el metafísico, el de la biblioteca, el de sus citas sorprendentes, el de su sarcástico humor: “El entrenamiento del lector es encontrar ese Borges”, sabe Mecca. ¿Cómo será la dinámica del BorgesPalooza 2025? La apertura será el lunes 1 de septiembre a las 18.30, en El Aleph Libro (Av. Santa Fe 2151), con una “jam borgeana” de micrófono abierto: el que quiera podrá leer textos de Borges, “celebrando el borgeano protagonismo que les daba el propio autor a los lectores”.

El martes 2 a las 18.30 habrá un Café Borgeano con Nicolás Artusi sobre “las geografías de los cuentos de Borges y sus vínculos con la historia del café”, en Cigaló Café (Echeverría 4230).

Ya el miércoles 3, a las 18 transcurrirá la actividad didáctica “¿Puede la Inteligencia Artificial escribir como Borges?, en la Escuela Italiana Cristoforo Colombo (Ramsay 2251), “para pensar la obra de Borges y sus vínculos con la realidad virtual”. Esa propuesta requiere inscripción en la web oficial, así como la siguiente: el jueves 4 habrá una introducción a la vida y literatura de Borges, vía Zoom, para potenciar el carácter federal del BorgesPalooza. Y se transmitirán entrevistas, por YouTube, a Liliana Heker y a Jorge Monteleone.

El viernes 5 se proyectará a las 20.30 la película Invasión en el Auditorio de la Asociación Amigos del Museo Nacional de Bellas Artes (Av. Figueroa Alcorta 2270), con la presentación de Gonzalo Aguilar. El sábado 6, a las 10, ocurrirá la opción más dinámica del BorgesPalooza: el BorgesTour por el cementerio de la Recoleta. Será “una caminata por la Buenos Aires del pasado de Jorge Luis Borges”. Es gratuito, aunque no incluye el costo de la entrada al cementerio y también requiere inscripción previa online.

Pero hay más. El mismo sábado a las 17 se planeó “La hora del té (borgeano)” bajo el lema “todo lo que usted quiso saber sobre Borges y nunca se atrevió a preguntar”, en Gabán Café Bar (Arroyo 889). Y el domingo habrá dos acciones: a las 11 en Naesqui libros (Charlone 1400) tendrá lugar “Borges Kids”. A partir del cuento “La casa de Asterión”, niños y niñas crearán su propio libro bajo la coordinación de Naty Blanc. Y el cierre será a las 18.30 en Naesqui Libros: en “Rockeando a Borges”, Andrea Prodan -el hermano de Luca- conversará sobre el escritor y tocará con su guitarra.

Pero el BorgesPalooza no se multiplica en el aire: “Las ideas no pueden sostenerse sólo con buena voluntad -advierte Mecca-. Si no hay un capital que pueda expandir esa voluntad, todo se hace de un modo sacrificial”.

En sintonía “yo creo que el Estado, como tal, debe garantizar todas las expresiones artísticas, independientemente de los gobiernos de turno. Y ellos deben entender a la literatura como a una inversión, no como a un gasto. Invertir en Borges no es sólo invertir en un escritor, sino en imaginación y en futuro”. Por eso, “un patrón recurrente del BorgesPalooza ha sido conseguir financiamiento”.

Aun así, Daniel Mecca no se desalienta. Piensa en todos los Borges que puso en discusión y democratizó el BorgesPalooza desde 2020 y dice: “En estas siete ediciones hubo conversaciones extraordinarias, que dejaron un gran aprendizaje. El mayor placer que a mí me produce hacer el BorgesPalooza es poder conversar con aquellos que han leído desde diferentes ángulos a Borges”. Mecca sonríe, capta el instante borgeano y prosigue: “También celebro el carácter federal del festival: que se lo pueda ver desde todo el país es, para mí, fundamental”.

¿Hubo un instante epifánico en el que a Mecca se le ocurrió, allá por 2020, el BorgesPalooza? “En todo caso, la epifanía del festival es el resultado de estudiar a Borges por décadas -delimita-. Y, también, de estudiar cuáles eran aquellas generaciones que quizás no estaban tan interpeladas por los estudios sobre Borges. Me parecía que ellas eran un capital extraordinario para poder explorar. La epifanía es el oficio de estar atentos para que ocurra la verdadera revelación: el encuentro”. Mecca también lo dice con síntesis poética: “El BorgesPalooza ocurre básicamente por agarrar la pala y trabajar la obra de Borges”.