“La intencionalidad es clara, fueron dos focos que se iniciaron en la noche, en un lugar difícil de acceso, donde no hay cables de electricidad que es lo único que podría haberlo generado de manera causal en esa zona porque queda muy lejos”, dice a Tiempo desde el Parque Nacional Los Alerces, Chubut, el brigadista Hernán Mondino.

Desde el 25 de enero pasado, junto a más de 200 combatientes, Mondino trabaja con herramientas manuales y líneas de agua desde la primera hora de la mañana para apagar un incendio voraz que ya ha consumido más de dos mil hectáreas y que no cede.

Ese territorio quemado, según informó Télam, corresponde en un 70 % al parque nacional y en un 30 % a la provincia de Chubut. El intendente del parque, Danilo Hernández Otaño, contó a la prensa que además hay 2 aviones hidrantes, 3 helicópteros con helibalde, un avión de observación y un equipo de drones para monitorear el comportamiento del fuego y eventuales zonas peligrosas. Pero que la meteorología no ayuda. “Es un momento de índice de peligro de incendios extremo”, dijo a Télam.

El combustible, aseguró, está constituido por la vegetación de la zona que tiene un muy bajo contenido de humedad debido a “la alta temperatura, la baja humedad atmosférica y la cantidad de días sin precipitaciones que ya llevan aproximadamente dos meses”.

De forma simultánea, fuentes de la Administración de Parques Nacionales contaron a Tiempo que hay un nuevo foco de incendio, esta vez en la zona norte del Parque Nacional Lanín en Neuquén, sobre el margen sur del Lago Rucachoroi. Según trascendió, hasta la noche de este martes, 20 combatientes trabajaban de manera incansable para apagar el fuego de una dimensión estimada de 12 hectáreas. Otros dos focos de calor se registraron en El Maitén y Esquel. Trabajadoras y trabajadores de Parques Nacionales difundieron, en la tarde de este martes, un video sobre la importancia de las labores de prevención de incendios y el rol de brigadistas y combatientes.

Brigadistas y combatientes que pronto podrían ser despedidos

Mondino dice que la preocupación, además de los incendios, es la precariedad de la situación laboral de quienes están justo ahora apagando ese fuego. “De acuerdo al último decreto del Gobierno (84/24), los contratos terminarían el 31 de marzo y después no hay un panorama claro, quisiera poner de relieve que hay una lucha que tiene más de 20 años de compañeros que están precarizados y haciendo este trabajo”, detalla. Las medidas del decreto implicaron el despido de aquellos que ingresaron a Parques Nacionales durante 2023 pero también la renovación solo trimestral de los demás contratos, que quedaron sujetos a una evaluación poco clara. “Algunos trabajan hacen 20 años y todavía no forman parte de la planta del Estado, la sociedad a lo mejor nos ve un poco más seguido combatiendo incendios y es bueno que sepan que la cuestión política a veces nos deja de lado”, asevera.

Al respecto, la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) difundió una nota presentada a la subsecretaria de Ambiente de la Nación, Ana Lamas, en la cual se le requiere que convoque con carácter urgente a la Comisión Negociadora Sectorial del Sistema Federal de Manejo del Fuego “en virtud de la necesidad de fortalecer a los/as trabajadores/as que integran ese colectivo laboral altamente especializado para operar en situaciones de catástrofe, emergencia y altísimo riesgo”. La nota hace hincapié en el trabajo que se está llevando a cabo en el grave incendio del Parque Nacional Los Alerces, “en el cual se llevan perdidas más de mil hectáreas de flora, además de la afectación al ecosistema, junto con focos en otros puntos de la Patagonia”. El sindicato reclama una “recomposición salarial para recuperar poder adquisitivo perdido por las disparadas inflacionarias y elevar los niveles salariales del escalafón”.

Asimismo, el pase a planta permanente de quienes están precarizados, mediante procesos de regularización del empleo público y la implementación de ítems de carrera como remuneración de guardias pasivas, suplementos por tareas de emergencia y compensaciones transitorias por responsabilidad superior.

Es de destacar que no se trata de la única política impulsada por el gobierno de Javier Milei que afecta de manera negativa en la gestión de los parques nacionales y del derecho al ambiente sano. Como ya informó Tiempo, las modificaciones a las leyes de Glaciares, Bosques Nativos y Sistema de Manejo del Fuego propuestas en el proyecto de ley Ómnibus así como la derogación de la ley de Tierras incluida en el DNU 70/23 –recientemente suspendida por una medida cautelar- avasallan por completo los derechos de la ciudadanía a favor del extractivismo y la apropiación de tierras por parte de multinacionales y empresarios extranjeros.