La violencia extrema de las barras, primero de la Universidad de Chile y luego la de Independiente, coronó una de las noches más lamentables en la hisotria del fútbol sudamericano y dejó casi un centenar de heridos heridos, algunos de suma gravedad. La Conmebol demoró una eternidad en suspender el partido que se disputaba en Avellaneda por los octavos de final de la Copa Sudamericana (iban 1 a 1) y el operativo de seguridad quedó en el ojo de la tormenta por no intervenir en la tribuna visitante y luego permitir el ingreso de la barra local.

Ante el cariz de los acontecimientos la Conmebol confirmó cerca de la medianoche que el encuentro fue cancelado definitivamente, es decir que no se reanudará, y el Tribunal de Disciplina de la entidad confirmará una resolución en los próximos días.

Por lo tanto, los Órganos Judiciales de la Conmebol analizarán lo sucedido  y anunciarán que sucederá con respecto a los equipos. La decisión podría incluir la descalificación de ambos, debido a la gravedad del altercado y la violencia expuesta por las dos parcialidades, aunque también podría ser uno solo el afectado, mientras que el otro avanzaría a los cuartos de final del certamen continental.

“La Dirección de Competiciones y Operaciones de la Conmebol informó que en función a la falta de garantías de seguridad por parte del club local y de las autoridades locales de seguridad, que garanticen la continuidad del partido entre Independiente (ARG) y Universidad de Chile (CHI) por la Octavos de Final de la Copa Sudamericana 2025, dicho encuentro queda cancelado”, señaló la entidad en un comunicado.

Asimismo, agregó que, teniendo en cuenta que se ha cumplido con lo establecido en el Manual de Clubes para situaciones similares, sin que la situación se haya subsanado, se procede a la cancelación del partido y el caso será derivado a los Órganos Judiciales de la Conmebol para futuras determinaciones”, expresó el comunicado oficial de la Confederación.

Los incidentes comenzaron durante el primer primer tiempo, cuando los hinchas más radicalizados del conjunto chileno prendieron fuego una bandera de Independiente en el contexto de la histórica relación deportiva entre ambos países y luego empezaron a arrojar objetos contundentes desde la tribuna Pavoni alta hacia el sector inferior y hacia la lateral.

Como consecuencia de esas agresiones algunos simpatizantes de Independiente resultaron heridos, mientras el resto se guarecía debajo de las gradas y otro grupo decidió ingresar al terreno de juego para que interrumpir las acciones, con el segundo tiempo apenas iniciado.

El segundo tiempo no pudo comenzar porque los hinchas chilenos continuaban arrojando piedras, butacas, orina y otros objetos.

En tanto, la voz del estadio pidió en reiteradas ocasiones que los hinchas del cuadro visitante desalojen el estadio para que el juego pueda continuar. No obstante, los violentos no cesaron con los ataques y permanecieron dentro del Libertadores de América.

A pesar de los actos de vandalismo la policía no se hizo presente para controlar la situación y los incidentes continuaron con mayor violencia, mientras los hinchas del rojo se unieron en un canto pidiendo a la barra brava que acuda a la tribuna del equipo visitante.

Finalmente, los integrantes de la barra de Independiente ingresaron a la tribuna visitante, donde se enfrentaron con los chilenos, a quienes atacaron con armas blancas y golpes de puño, y hasta los despojaron de su vestimenta, en medio de un caos generalizado, que derivó en la suspensión del cotejo.

En esas circunstancia se pudo observar el desbande los hinchas trasandinos, uno de los cuales se acercó hasta el borde de la grada y cayó al vacío, en un aparente intento por escapar de la furiosa barra de Independiente, aunque algunos testigos afirmaron que fue empujado.

¿Sancionan a Independiente y la U?

Los desmanes se produjeron con el partido igualado 1-1 y todo el segundo tiempo por jugarse, un resultado que le daba la clasificación al equipo trasandino, que había ganado en la ida por 1-0 la semana pasada en Santiago de Chile.

El equipo visitante se había puesto en ventaja con un gol de Lucas Assadi, a los 12 minutos del primer tiempo, mientras que Santiago Montiel igualó para Independiente sobre los 27. El conjunto rojo necesitaba una victoria por más de un gol de diferencia para avanzar a la siguiente instancia.