Tras una serie de retrasos, el ministro de Economía, Luis Caputo, hizo este martes 10 anuncios que golpean de lleno el bolsillo de la población. Desde la suba del dólar hasta la quita de subsidios, el impacto será inexorable para los sectores populares con una suba de los precios y la inflación en general.

Si a ello se le agregan la caída de la obra pública, la apertura comercial y la suba de impuestos, Caputo definió el otro parámetro de la estanflación: la caída de la actividad económica.

El ministro de Economía no entró en detalles en su intervención de poco más de 20 minutos. Por caso, no dijo en cuánto se reducirán las tarifas o si el dólar a 800 pesos es el mayorista sin impuestos o el valor de la divisa con los impuestos y recargos que ya están vigentes.

«Inevitable»

Caputo repitió, aunque en una versión resumida, el diagnóstico que realizó el presidente Javier Milei en las escalinatas del Congreso inmediatamente después de asumir la magistratura, el domingo pasado. El objetivo fue el mismo: imponer la idea de que el ajuste es «inevitable», palabra que Caputo efectivamente utilizó.

En un alarde de pedagogía, emparentó la economía nacional con la de un hogar que gasta más del dinero que le ingresa, ya que toda su argumentación giró en torno del déficit fiscal como origen y causa de la inflación, la inestabilidad cambiaria y el exceso de deuda pública.

Lógicamente, Caputo no incluyó en esa lista la fuga de capitales que él promovió en 2018, cuando fue un fugaz presidente del Banco Central, pero con el tiempo suficiente como para facilitar la fuga de U$S 15.000 millones de las reservas. Tampoco que esa fuga se hacía contra deuda que la Argentina recién comienza a pagar y que hipoteca al país con el FMI por una década más, al menos.

Tras la insistencia en la necesidad del ajuste, el ministro pasó a informar las medidas que decidió el gobierno nacional. Estas son:

-Nuevo valor del dólar oficial en $ 800, aunque con las salvedades dichas, en el sentido de que se desconoce si el valor incluye la aplicación de adelantos y del impuesto PAIS. Equivale a una devaluación del 118,5% respecto del valor del dólar mayorista hasta el lunes, que era de $ 365.

Esta medida está complementada por un aumento provisorio del impuesto PAIS a las importaciones y una extensión de las retenciones a las exportaciones industriales.

Estas tres decisiones son totalmente inflacionarias y con ellas se podría alcanzar el objetivo de la hiperinflación que el gobierno parece perseguir.

-«Reducción» de los subsidios al consumo de la energía y el transporte.

-Los fondos para el pago de los planes Potenciar Trabajo se mantendrá según la pauta establecida en el Presupuesto 2023, votado en octubre de 2022 y 150% de inflación después. Además, se fortalecerán los planes sociales «sin intermediarios»: la Asignación Universal por Hijo duplicará su valor y la Tarjeta Alimentar aumentará un 50%.

-El Estado no licitará más obra pública nueva. Se cancelará la que ya se licitó pero no empezó y se impulsará al sector privado para que tome la posta.

-Se reducirán «al mínimo» las transferencias discrecionales a las provincias.

-Se eliminan los permisos de importación.

Además, repitió tres medidas que ya se conocían: la suspensión de la pauta publicitaria oficial por un año; la no renovación de los contratos que tuvieran menos de un año de vigencia; y la reducción de ministerios, de 18 a 9 y de las secretarías, de 106 a 54.